—En este solemne acto les doy la bienvenida a nuestra primera reunión informativa de especies habitantes del planeta tierra. Como sabrán, la humanidad, ya sea por omisión, negligencia o error, debido a causas que aún continúan bajo investigación, se extinguió según nuestros cálculos hace unos mil quinientos años. Sin embargo, lo cierto es que los desastres causados por su paso por la tierra aún continúan haciendo estragos.
Marina suspira y agita sus alas, nerviosa. Es una pata cubierta por un plumaje suave y esponjoso. Su cabeza es de un tono verde iridiscente, con reflejos que brillan bajo la luz del sol. En contraste, su pecho y vientre son blancos y están salpicados de pequeñas manchas negras. Sus alas son de un color marrón oscuro con un borde azul-violeta brillante, que resalta cuando se despliegan. Su pico es ancho y de color naranja intenso, mientras que sus ojos son pequeños y oscuros. Se encuentra sobre una especie de banco y tiene frente a sí un documento que va leyendo y cuyas páginas pasa con el pico.
—De acuerdo a lo establecido en la convención de especies habitantes del planeta tierra realizada hace 9 meses y 5 días del calendario lunar, se ha elegido a mi especie, y a mí en particular, como encargada de hacer el recuento de los daños ocasionados por la humanidad y calcular el tiempo que tardaríamos en repararlos. Dicha elección se realizó mediante un sistema de votación que determinó que somos ideales para este cometido debido a que tenemos la capacidad de volar, nadar y andar sobre la tierra. Un equipo integrado por varias especies y yo misma hemos recorrido el planeta en toda su extensión, y hemos comprobado que el diagnóstico y el pronóstico que elaboramos no son nada favorables. Marina mira a los presentes con consternación.
Hay animales representantes de varias especies dependiendo de la región en la que habitan. Del África, de Europa, Asia, Oceanía, américa del norte, central y del sur. También, en un esfuerzo que requirió de la colaboración de varios animales en conjunto, se crearon sectores especializados para que pudieran asistir habitantes de los 7 mares, de los ríos y lagos, hasta de las regiones que aún continúan siendo de hielo. Aves de variadas especies, tipos y colores, habitantes de selvas, bosques y montañas, entre otros.
—Antes que nada, quiero aclarar que esto no es una asamblea abierta sino, según se decidió con sus máximos representantes, solo una reunión informativa. A continuación, voy a pasar a detallar de la forma más clara y concisa posible el estado actual, y las medidas que hemos tomado tanto para revertir esta situación como para una mejor convivencia entre las especies que hasta el momento logramos establecer comunicación y tenemos capacidad de raciocinio. —En primer lugar, el estado es lamentable. Aun habiendo pasado tanto tiempo, siguen existiendo materiales que no se han biodegradado. El calentamiento global y el agujero de la capa de ozono han ocasionado verdaderas catástrofes a lo largo y ancho del planeta, provocando casi la extinción de muchas especies, las cuales no se hubiesen salvado si no hubiésemos actuado a tiempo, creando reservas naturales y o artificiales para su conservación y posterior reproducción. Hoy en día estas especies también se encuentran representadas aquí. Marina se detiene, bebe un poco de agua y continúa.
—La utilización de combustibles fósiles, la modificación de los ecosistemas y el traslado de especies que no son autóctonas de determinada región hacia otra, han ocasionado situaciones difíciles de solucionar incluso en la actualidad. Pero además, la urbanización y apropiación de tierra y en sí, de todos los recursos naturales del planeta para su propio beneficio, han llevado a que muchas especies sean desplazadas de sus hábitats naturales. —El impacto negativo de la humanidad en la vida de este planeta, que es de todos y no solo era de ellos, ha sido realmente significativo. Y aunque en sus últimos años hayan intentado desde algunos sectores de la población humana revertir esta situación, la verdad fue que lo pensaron demasiado tarde. —Ya sea que estén de acuerdo o no, los hechos aquí acaecidos son innegables tanto para mí, como para sus representantes y para ustedes mismos. Es por eso que se ha decidido en conjunto aplicar una regla básica que debería haber sido parte fundamental para la construcción de las civilizaciones ya desde tiempos inmemoriales, pero por lo visto, la humanidad no pudo o no quiso aplicar, acaso para preservar sus propios intereses personales y como especie. Y esto es: Todos podemos equivocarnos, cometer errores es algo natural en el orden de las cosas. Lo que deberíamos hacer a fin de cuentas es pedir perdón por los daños ocasionados a las víctimas de nuestras faltas, y si eso no es posible, cuales quiera fueran esas razones, intentar repararlos y aprender de ellos para no volver a cometerlos a futuro. En este sentido, es eso lo que pretendemos hacer a partir de este momento. Toma otra pausa. Algunos de los presentes miran inquietos, con recelo.
—Pero antes, vamos a explicar un poco más como es que la civilización humana nos trajo hasta acá. —El árbol más viejo del que se tenga conocimiento es un pino de unos seis mil años que se encuentra en lo que antes era California, Estados Unidos. El fósil humano más antiguo encontrado data de hace unos 3,2 millones de años. La civilización humana más antigua es la sumeria y data desde hace unos siete mil años. El fósil animal más antiguo encontrado data desde hace unos quinientos millones de años. La luna tiene cuatro mil quinientos millones de años y la tierra cuatro mil quinientos cuarenta millones. Y se preguntarán, ¿qué quiero decir con todo esto? Que la vida existía aquí antes que ellos, que sigue existiendo mucho después y que nunca les perteneció nada como especie. Inventaron sistemas económicos, políticos y sociales que degradaban la calidad de vida de sus congéneres a fin de preservar la suya propia. El cinco por ciento del mundo era dueño del noventa y cinco por ciento de la riqueza, mientras que más del cincuenta por ciento vivía bajo la más absoluta pobreza. El reparto de alimentos y demás recursos y servicios requeridos para su subsistencia no se realizaba de forma equitativa. Es más, estaba muy lejos de eso. Diseñaron métodos de intercambios de papel y metal que en realidad jamás valieron nada. Un papel y un metal no se pueden comer, no se pueden vestir, no se pueden beber. Se construyeron a sí mismos y a sus dioses estatuas de piedra para alabar y adorar nada más ni nada menos que sus propios egos. Se creyeron con el derecho de comprarse hasta tierras en la luna cuando ni siquiera llegaban a comprenderse como la parte del todo que eran. Inventaron máquinas sofisticadas que realizaban cálculos inimaginables. Pero jamás pudieron ser conscientes de lo pequeños que eran ante la inmensidad de la vida, de la naturaleza, de la tierra, del propio universo. Querer conocer y saber está bien. También hacemos y vamos a seguir haciendo eso. Pero destruir, no lo está. Y es eso lo que no vamos a permitir. Marina respira profundamente y deja escapar el aire despacio. Intenta relajarse.
—Se nos ha informado que un león, un pato y un gato le disputan las tierras pertenecientes al país conocido como Argentina a una pareja de pingüinos del sur. No vamos a tolerar este atropello. La apropiación y privatización de tierras, productos y servicios fue lo que volvió a la humanidad codiciosa y egoísta. Queremos un mundo en el que todos trabajemos para el beneficio de todos. En donde cada quien tenga derecho de vivir donde quiera y como quiera. Donde no exista la posibilidad de que nada le pertenezca a nadie, porque todo nos pertenece a todos. Si yo saco una piedra del suelo y construyo una casa, eso lo hice con un recurso de la tierra. Si utilizo cables y el agua o el sol para generar electricidad, lo estoy haciendo con cosas que forman parte de la tierra, de la vida natural. ¿Acaso las abejas les cobran a las plantas por el polen que llevan de unas a otras para que se reproduzcan? ¿Acaso los árboles nos cobran por los frutos o los granos que nos dan para alimentarnos? ¿Los ríos y los mares nos cobran por el agua que bebemos de ellos? ¡no! La supuesta lógica de la especie humana fue tan ilógica como irracional. Nada necesita dinero para construirse o para vivir. Y nada lo necesita para morir. Es por estas razones y otras muchas más que les serán comunicadas en documentos más precisos, que declaramos lo siguiente: Nadie puede apropiarse de ningún recurso, bien o servicio producido, procesado y o fabricado de forma masiva por ninguna especie. Todas las especies de animales, peces y aves que habiten el planeta deberán trabajar como lo han hecho hasta ahora, en beneficio del bien común y no del suyo propio. Los recursos serán distribuidos por un concejo que se irá renovando periódicamente según lo establezcan las futuras leyes para que todas las especies tengan la posibilidad de participar, según la necesidad personal de cada animal, ya sea en forma individual o colectiva. Si alguno de los integrantes del concejo quisiera sacar provecho de alimentos, recursos y demás, este será echado y reemplazado por otro. La honestidad, la bondad y el altruismo son los requisitos indispensables para formar parte del mismo. Ninguno aporta más o menos. Cada quien aporta lo que puede, debe y tiene. El que no trabaja, no come, no vive. No están permitidos líderes, ni jefes, ni presidentes de ningún tipo. La sociedad será regulada por el concejo hasta que esta pueda valerse por sí misma. Se intentarán reparar la mayor cantidad de daños posibles ocasionados por la humanidad. En caso de que el planeta en algún momento pasase a ser inhabitable, consideraremos la posibilidad de emigrar a otro que tenga características que nos permitan vivir. Pero confiamos en que si trabajamos todos juntos, vamos a reparar el daño y eso no va a ser necesario. Por último: tres cuestiones sobre las que se nos ha consultado en reiteradas oportunidades. La primera: los animales carnívoros y su alimentación. A pesar de nuestros más denodados esfuerzos científicos, aún no hemos conseguido producir alimentos que tengan el valor nutritivo de la carne convencional de otros animales muertos. La política que se adoptó es que hasta que logremos esa tecnología, estos se alimenten de animales de otras especies pero que hayan muerto de forma natural. Sin embargo, no es la única posibilidad. La humanidad había estado trabajando en la industrialización de productos con los mismos nutrientes que la carne, pero a base de vegetales y de productos de origen no animal. Estamos retomando esas investigaciones y pronto tendremos resultados. Al no comercializarse y distribuirse de forma equitativa, podemos sin duda asegurar que en unos años más, ya no será necesario que un animal se coma a otro para sobrevivir. La segunda: Se nos ha preguntado por las creencias religiosas. Lejos de ser una pregunta para el concejo, consideramos que la elección de una fe y un camino espiritual son decisión personal de cada individuo. Aun así, sí creemos que su fe no debe estar basada ni llevar de forma alguna al daño entre individuos o a otras especies. Y esto nos lleva a otro punto importante. No toleramos la violencia a propios o a terceros bajo ningún punto de vista. Quien dañe de alguna forma a cualquiera de sus semejantes será castigado hasta que reflexione y pida sinceras disculpas por su error. Los castigos y la forma de implementación serán comunicados también en documentos posteriores a este. La tercera y última: Se nos ha preguntado por el amor entre distintas especies. Lo consideramos totalmente lícito y válido siempre y cuando no se establezca una relación de poder asimétrica entre las partes que la componen. Estas uniones, así como todas en general, sean o no de la misma especie, serán evaluadas por el concejo bajo las mismas condiciones. En este sentido, les queremos comunicar que ya hemos casado a una pajarita y una mariposa en un acto oficial y simbólico a la vez, que representa el futuro y el nuevo devenir de esta nueva civilización. Porque, en definitiva, y con esto doy por cerrada la primera reunión informativa de las especies habitantes del planeta tierra, lo que principalmente le faltó a la humanidad para ser una especie capaz de sobrevivir a cualquier adversidad, fue el amor. Sí. El amor propio, por sí misma, por los otros, y por todos los seres vivos y no vivos del universo.
Los presentes gritan, chillan, gruñen, saltan, nadan, corren y vuelan de alegría. Marina se eleva majestuosa en el aire, y en una danza aérea con otros patos y aves de variadas especies, lanzan copias del documento a cada animal. El atardecer da paso a la luna, quien de alguna forma marca el inicio de esta nueva era. Una era en la que todos vivirán en paz y en comunidad basándose en la única ley que realmente importa en la vida. La del amor.
Agradecimientos
No suelo hacer esto por lo general, o a veces sí, pero en esta oportunidad lo considero correcto ya que es un cuentito muy importante y valioso para mí:
A Marina (Meri) mi amiga: Fue un debate con ella lo que generó este pequeño relato, y he aquí que decidí ponerle su nombre a la protagonista.
A Joaquín: Mi amigo y compañero de lecturas y escrituras que nos llevan a pensar y reflexionar sobre el mundo de otra manera.
A Mariela: Mi profe de escritura. Espero poder retomar las clases con ella en algún momento. Aprendí muchísimo y quiero seguir haciéndolo para que mis textos sean legibles y entendibles por todos. Además, tengo un trabajito muy especial para ella que espero que pueda salir en algún momento a la luz. Así es, va a ser la encargada de escribir el prólogo de mi primera novela.
A la IA: por darme la descripción de Marina 😉😂🤣.
Y al resto de los personajes mencionados: Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.