Di mi nombre

listenButton1.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca…

El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar… En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla.

Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama “Di mi nombre.” Pero antes de empezar…

Un poquito de historia

La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió.

Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos… Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas.

Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda.

Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como “dragonmoon1522”, o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro.

Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente.

Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije:

—¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes?

Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras.

Las elegidas

Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que… Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes.

Gracias

Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo.

El juego

El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar.

No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando.

Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil.

Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar.

Ejemplo y pistas iniciales

Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte!

¡A jugar!

Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol.

Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos.

Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos.

Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común.

Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común.

Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina.

Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin.

Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre.

Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales.

¿Te rendís? ¡Acá está la solución!




Escribiendo a ciegas en android

listenButton2.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Esta, es una entrada que hace mucho tiempo quería escribir. Pero, como comenté en entradas anteriores, la terminé posponiendo, debido a que, a medida que iba escribiendo, me iban sucediendo en mi vida cosas que me llevaron a establecer antes, otras prioridades. Es decir, a escribir y publicar, otro tipo de textos. Pero al fin, la terminé. En primer lugar, decir que va dirigida a personas con y sin discapacidad visual. A las primeras, porque tal vez no conozcan esto que voy a contarles, y a las segundas, porque tal vez ni siquiera sepan, como hacemos para escribir en los celulares. Pero también, a programadores de android, porque puede que estén interesados en contribuir a la mejora y actualización del proyecto, del que voy a hablarles más abajo.

Antes que nada, mencionar que, si es la primera vez que entrás a mi blog, podés darte una vueltita por la página de inicio del blog, o la página de entradas. Las entradas anteriores nada tienen que ver con la tecnología, pero puede que algo te interese. En fin, volvamos a lo nuestro. Primero, como me gusta a mí, un poquito de historia.

¿Cómo escribimos los ciegos en android?

Desde que salieron los primeros teléfonos celulares, aunque no tenían lector de pantalla que nos leyera nada, escribir era bastante sencillo, ya que se hacía con los botones del 1 al 9. Depende de cuantas veces los apretabas, podías poner las distintas letras y signos de puntuación. Más tarde, con la aparición de los primeros nokia con lectores de pantalla, y después con los teclados QWERTY, es decir, similares a los de las computadoras, todo fue mucho mejor. No solo podíamos escribir, si no que además, leer lo que escribíamos. Pero con la llegada de los teléfonos táctiles, esto se convirtió realmente en una tarea casi imposible.

Como no tenemos botones para apretar, tenemos 2 opciones. La primera, es deslizarnos por todo el teclado, y cuando el lector de pantalla anuncia la letra que queremos utilizar, soltamos, y esta se escribe. Y la segunda, es similar, solo que cuando soltamos, la letra no se escribe, si no que el cursor se queda parado en ella. Entonces, tocamos 2 veces consecutivas en la pantalla, y ahora sí, esta aparece en la pantalla, y es leída por el lector. Esta segunda opción, casi no se utiliza en ningún teclado que yo conozca hoy en día. Como se imaginarán, esto es muy tedioso de hacer, y lleva mucho tiempo escribir una simple frase, ni se les ocurra siquiera pensar en escribir un artículo como este, o incluso uno mucho más largo. Lo cierto es, que lo estoy escribiendo con el celular, y que de hecho, la mayoría de los artículos de este año, los escribí así. Pero, de eso se trata esta publicación, y es algo a lo que ya llegaré más adelante. En fin, esos teclados táctiles, fueron evolucionando, hasta introducir inteligencia artificial, mediante la cual, el teclado, estudiando las palabras, oraciones y frases que más utilizamos, puede predecir lo que queremos poner. Pero, no siempre es tan efectivo, y mucho menos, si queremos hablar sobre cosas diferentes todos los días. Al fin y al cabo, no puede leernos la mente, al menos no todavía…

Además de esas opciones, existen otras que, requieren una inversión económica. La primera, es un dispositivo llamado línea braille. El mismo, aunque es fácil de transportar, es muy costoso, y pocas personas realmente, podrían comprarlo. Mucho más difícil es hoy en día, con los precios y la disponibilidad de comprar en moneda extranjera. Porque este producto, tiene su precio en euros o dólares. Y la segunda, la cual en su momento yo he hecho, es comprar un teclado físico que se conecta por cable o bluetooth. Las desventajas, es la pausa entre el teclado y el teléfono, el hecho de que no sea tan fácil de transportar, que se le puede gastar la batería, y que, en realidad, no duran mucho. Pero aún así, cuando comencé a escribir en mis viajes al trabajo hace unos años, lo hacía. Era la única opción que conocía, y tenía muchas ganas de escribir.

Por último, ya antes de meternos de lleno a lo que hemos venido, existe el dictado por voz. Bueno, que decir. Primero, que hablarle al teléfono cuando no estás mandando un audio, a mí, me resulta muy incómodo. Claro que esta es una opinión particularmente mía. Sé que muchas personas con discapacidad visual lo usan, porque sin dudas es la opción más cómoda, sencilla e intuitiva de aprender. Solo tenemos que ubicar el botón de entrada de voz, y ya podemos comenzar a hablar. Las desventajas, son que muchas veces, no entiende lo que queremos decir, o usa el corrector automático, y pone la palabra que, gramaticalmente, es correcta. Por ejemplo, yo quiero mandar un mensaje a la maestra de la escuela: “seño, ya hicimos la tarea, ahora se la envío”. El dictado por voz, pondría señor, en lugar de seño. Lo que, gramaticalmente sería correcto, pero coloquialmente no. Además, otra de las grandes desventajas, son los signos de puntuación. En muchísimos casos es muy difícil colocarlos hablando, y en la mayoría, imposible. Lo que implica que, escribir artículos como estos, sería una tarea titánica. ¡pero dejate de joder nena! ¿Vas a decirnos de una vez por todas qué usás para escribir en el celu? O vas a seguir dando vueltas como calesita. Esperen, sean pacientes, que ya estamos llegando.

Teclados braille

Como el título de esta publicación lo indica, la misma está orientada a android solamente, y esto es principalmente por 2 razones. La primera, es que nunca tuve la posibilidad económica de tener un IPhone. Entonces, no puedo saber como es que la escritura con los mismos, fue avanzando a lo largo del tiempo. Y la segunda, es que, asimismo, sé que en cuestiones de accesibilidad están mucho más avanzados que android, por lo que, esta característica de la que voy a hablarles, ya existe hace tiempo en los mismos. Esto es el teclado braille táctil, en la pantalla del teléfono. Hace apenas unos meses, el gigante tecnológico google, sacó como novedad, este teclado para android. ¿Pero, en qué consiste? Básicamente, en un teclado braille convencional, con los 6 u 8 puntos distribuidos en la pantalla. Utilizando los dedos, podemos escribir pulsándolos en simultáneo, para hacer las distintas letras, o signos de puntuación. Este teclado braille de google en particular, tiene varios requisitos. El primero, es que esté encendido talback, el lector de pantalla para android que viene por defecto. El segundo, es que tengamos el teclado de google instalado. Esto quiere decir, que a través de la monopolización de la accesibilidad, pretenden que utilicemos sus productos por sobre cualquier otro desarrollado por terceros. Todos los lectores de pantalla que han intentado quitar de la sima a talback, hasta ahora, han fracasado. Cierto es, que hay un lector nuevo chino, que le está pisando los talones. Pero eso, tal vez vaya para otra entrada. En este caso, ponen a este teclado braille como la gran novedad en la tecnología accesible, cuando muchos, sabemos que no es así. Por otro lado, otras de las desventajas, son que, al momento de escribir esta entrada, solo está disponible en inglés. Lo que quiere decir que, quienes usamos otros idiomas, todavía no podemos utilizarlo como es debido. Además, los gestos disponibles, son insuficientes para la cantidad de funciones que, las personas que ven, pueden realizar con los teclados convencionales. ¿Y entonces, como estás haciendo para escribir esta entrada? Bueno, al fin llegamos a lo que les he venido a contar.

Teclado Soft Braille

A pesar de que, si ponen “teclado braille”, hay varios dando vueltas por la playstore, sin dudas el mejor de todos, es uno que ya no se encuentra allí. Desarrollado por el programador ciego Daniel Dalton, fue puesto a disposición de los usuarios a fines de 2016 y principios de 2017. Este teclado, no solo cuenta con compatibilidad para muchos idiomas, si no que, su forma de utilización, es totalmente sencilla y versátil. Fue retirado de la tienda de google por el propio desarrollador, ya que no pudo continuar con la lista de versionado de apps que google exigía. Asimismo, fue acusado a su vez por supuesto plagio. Nada más lejos de la realidad. No encontré, en todo lo que pude investigar, un teclado que llegue siquiera a la velocidad, accesibilidad y usabilidad que este posee. Alggunas de sus ventajas, son que no requiere más que los 6 dedos para realizar todas las funciones, letras y símbolos. Que tiene una función específica para enviar mensajes desde el propio teclado, en apps como whatsapp y messenger de facebook. Que trae su propio lector de pantalla integrado, el cual se activa ni bien se presiona sobre un cuadro de edición, por lo que se hace necesario desactivar talback, pero que, nos permite utilizar solo el teclado mientras estamos escribiendo. Y, por mencionar otra de las tantas, que tiene una función para minimizar el mismo, para que podamos interactuar con funciones usualmente asociadas a la escritura. Por ejemplo, si escribimos el símbolo arroba para mencionar a alguien en whatsapp, podemos minimizar el teclado, elegir, activando previamente el lector de pantalla, a la persona que queramos mencionar, y luego, volver a ampliar el teclado y desactivar el lector, para seguir escribiendo.

Según lo que el propio desarrollador comentó en su momento, no tenía ni el tiempo ni las posibilidades económicas de enfrentar una denuncia de esas características, ni tampoco de continuar trabajando en el desarrollo de la app. Así las cosas, decidió liberar el código fuente, para que cualquiera pueda contribuir a mejorarlo aún más. Acá pueden encontrar el Soft Braille Keyboard en GitUp. En donde, quienes sepan programar en android y estén interesados, puedan retomar el proyecto. Mi principal objetivo al difundirlo, es armar un equipo de trabajo en el que todos podamos colaborar, para hacer de esta app, una herramienta mucho más completa todavía. Mi segundo objetivo, es que todos aquellos que sean usuarios ciegos, y quieran probarlo, no tengan miedo. Y para que esto les sea más fácil, les dejo primero, un video en youtube sobre el uso del teclado Softbraille Keyboard en android. Y en segundo lugar, el manual del teclado softbraille traducido al español. También, les dejo acá mismo en el blog, el manual en español en formato PDF, para que se lo puedan descargar, y tenerlo disponible cuando lo necesiten. Ahí mismo o en GitUp, pueden descargarse la última versión del teclado. Aclaración. Algunas personas me han pedido que si podía subir el teclado al blog. Lo pensé, pero esto no se puede hacer, ya que wordpress solo me permite subir videos, imágenes y documentos. Por eso, como menciono, pueden descargárselo desde el manual online, o desde el PDF.

Por último, mis más sinceros agradecimientos, primero, a Daniel Dalton, por haber desarrollado la app que me cambió la vida, a la hora de escribir, que era algo que hace mucho tiempo tenía ganas de hacer desde el celular, como comenté al principio. En segundo lugar, a pame, mi amiga, que fue quien me habló de él en primera instancia. Tercero, a Magalí, la youtuber que hizo un tutorial desde 0, y súper entendible, con el que aprendí a utilizarlo, y que además, fue aclarando las dudas que me iban surgiendo. Y por último, a Alejandro Vera y Daniel Casier, quienes se encargaron de traducir el manual y subirlo, para que esté disponible para todos. Muchas gracias. Sin ustedes, esta entrada, y varias de las anteriores y futuras, no serían posibles. PD: disculpen la demora. Sé que hace rato que se los venía prometiendo.

¿Dudas? ¿Mejoras? ¿Sugerencias? ¿Comentarios? ¿Opiniones? Acá en la sección de comentarios, en la página de contacto del menú, o en mis redes sociales. ¡Todo es bienvenido!




Seré una mujer (texto de 2016)

listenButton3.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

En esta categoría, como he mencionado en la página de inicio, y en el primer texto que compartí bajo la misma, van a encontrar textos cedidos por sus autores, para ser republicados acá, o publicados directamente. Algunos pueden ser dedicados a mí, y otros sobre temas en los cuales comparto afinidad. Este, pertenece al primer caso. Siguiendo la línea del texto anterior, fue escrito por una amiga para mí, cuando recién estaba iniciando mi transición. Abajo el texto, y al final, el enlace a su blog.

Seré una mujer

Texto inspirado en una amiga que por ese entonces estaba empezando su transición. Hoy, 4 años después, logró tras superar miles de obstáculos ser lo que siempre quiso ser. Una mujer.

Le di los retoques finales a mi maquillaje y me miré en el espejo de cuerpo entero que colgaba en mi habitación. Una mujer me devolvía la mirada desde el cristal. Dentro de mí fue creciendo una poderosa sensación de libertad. Dentro de ese cuarto podía ser yo misma, podía liberarme. Podía ser lo que siempre quise ser: una mujer. Mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría. Volví a admirarme en el espejo una vez más. Sus nudillos golpearon la puerta con fuerza.
Me ordenó con su voz amenazadora que bajara a cenar. Me quité rápidamente el vestido, las sandalias y la ropa interior de mujer. Las medias que usaba para simular unos pechos cayeron al suelo y mi maquillaje se disolvió mientras me lo limpiaba. Me vestí rápidamente con esa ropa de hombre que odiaba. Me giré despacio hacia el espejo y un chico me devolvió la mirada esta vez. Un chico aterrado, un chico que quería ser mujer. Un chico que quería liberarse pero que tenía miedo de la reacción de su padre. En mi interior creció la firme convicción de que algún día realmente conseguiría ser mujer. Y me prometí que me enfrentaría al mundo entero de ser necesario. Nadie podría detenerme. Cumpliría mi ansiado sueño de ser mujer. En ese momento me juré que si me caía volvería a levantarme. Levanté con orgullo la cabeza y sonreí. Ese sueño algún día sería realidad.

Acá el artículo original en su blog.

También, les comparto su última entrada. La misma se titula “Hablemos de la violencia invisible“, la cual les recomiendo que lean, ya que, a mí en lo personal, me impactó mucho.




La profe piola

listenButton4.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

En el tiempo que llevo como docente, siempre fui la profe piola. Sí, esa que se junta a tomar unos mates con los chicos de la secundaria, la que les cuenta historias, con la que se puede hablar de películas, de música, series; la que, a los chiquitos de primaria, les lleva paquetes de galletitas para que todos compartan en el recreo. La que les inventa juegos, les cuenta cuentos… Pero, últimamente siento que ya no solo no quiero seguir siendo piola, si no que además, tampoco sé si quiero continuar siendo profe.

Todo comenzó antes del inicio del ciclo lectivo, el año pasado. Empecé teniendo problemas para ver de lejos. Fui al oftalmólogo, y me diagnosticó una enfermedad degenerativa de la vista. Me dijo que, con el paso del tiempo, iría perdiendo la visión de a poco, hasta quedarme totalmente ciega. Al principio me lo tomé bien, hasta con humor. Y le puse toda la voluntad que pude, para que el proceso, se me haga lo más llevadero posible. Claro que, los primeros tiempos no notaba tanto la diferencia. Pero desde mitad de año, la cosa se complicó, y tuve que solicitar ayuda para aprender como manejarme en la vida. Desde orientación y movilidad para usar el bastón, hasta los lectores de pantalla y el sistema braille. A pesar de todo esto, la escuela primaria en donde trabajaba, le puso toda la buena onda, para que yo pueda seguir dando clases, con la mayor facilidad posible. Hasta qué, un día, todo aquello que temía, empezó a hacerse realidad.

Ya habíamos hecho varias excursiones con los nenes de tercer grado. Conseguir que nos dejen ir fuera de la ciudad, es extremadamente difícil, porque estamos lejos de todo, pero sí podíamos hacer pequeños paseítos. En uno de esos paseos, uno de los nenes salió corriendo, se cayó y se lastimó. No fue nada grave, pero la madre obvio, puso el grito en el cielo, por la forma en la que la escuela, y especialmente yo, cuidábamos a su hijo. Dijo que… No era por discriminarme, pero una maestra que viera bien, podría haber alcanzado a su nene, y no le habría pasado nada. No sé si fue mi culpa o no. Es cierto que, cuando estaba intentando alcanzarlo, en un momento dejé de verlo y ya no supe qué hacer. Pero quienes vieron lo que pasó, dijeron que de todos modos no lo hubiese alcanzado. Claro, son todas suposiciones. La realidad, era que había una maestra que se estaba quedando ciega, un nene que se había lastimado y que era revoltoso como todos los nenes, y una mamá muy enojada. Decidí dejar ese curso, para que la cosa no pase a mayores. Desde la escuela, me siguieron ayudando mucho. Me dijeron de dar clases en la secundaria, que ahí seguro me iba a ir mejor, porque los chicos eran más grandes, y más entendidos. Pero… No siempre las cosas son como uno cree.

Durante las vacaciones, me puse bien las pilas con todo lo que representaba este nuevo mundo de la ceguera. Lo que más me costaba era la computadora. Es re difícil acostumbrarse a usarla solo con el teclado, y encima con un tipo que te está taladrando los oídos todo el tiempo. En el celular es un poco más fácil, más intuitivo. Pero de todos modos, cuesta. También empecé a recorrer los lugares por los que ando usualmente. Desde hacer los mandados, hasta recorrer la escuela para memorizarme como llegar de un lugar a otro, y sobre todo, el salón donde me iba a tocar dar clases. Al momento de escribir esto, mi ceguera todavía no es total. Puedo ver a las personas y las cosas de cerca, y las letras si están en un tamaño más grande. Pero de todos modos, como sabía que tenía mucho que aprender, preferí adelantarme. De día, uso el bastón verde para quienes tienen disminución visual, y de noche, sí o sí tengo que usar el blanco, porque ya no veo nada. Todo esto viene al caso, de lo que voy a relatar a continuación.

Era el primer día de clases. Pasé por preceptoría. La preceptora me dijo que, ya había hablado con los chicos, y que me había dejado la lista con los nombres de los alumnos en un tamaño de letra que yo iba a poder leer sin problemas.

—Puede que entren alumnos nuevos en los próximos días, así que no la tomes como la lista definitiva. Cualquier cosa, te voy a ir dejando listas nuevas, hasta que hayan ingresado todos.

—Está bien, no hay problema. Muchas gracias.

—No, de nada, no es ninguna molestia.

La saludé, y me dirigí al salón. Al abrir la puerta, todos los chicos estaban hablando. Pero se quedaron callados cuando entré. Fui hacia el escritorio, dejé mis pertenencias, y me senté en la silla, para tomar lista.

—Bueno, antes que nada buenos días, yo voy a ser su nueva profesora. Espero podamos llevarnos bien, y tener un lindo año. La preceptora ya les habló de mí. Sé que hay cosas que se nos van a complicar, pero creo que si trabajamos todos juntos, y cada uno ponemos de nuestra parte, tal vez podamos pasar el año sin mayores complicaciones. Voy a pasar a tomarles lista. ¿No sé si alguien tiene alguna pregunta?

Todos se quedan en silencio.

—¿No? Bueno, entonces empecemos. A ver…

Tomo la hoja que se encuentra sobre el escritorio, y comienzo a intentar leerla. La letra parece demasiado chica. Le había mostrado más o menos a la preceptora como tenía que ser, pero todos podemos cometer errores, y es la primera vez que le toca hacer esto, así que, puede haberse equivocado. Me esfuerzo un poco más, y logro entender qué dice…

—¿MELTROZO, DÉBORA? —Grito, mientras todos comienzan a reírse—. ¿Está Débora Meltrozo?

Continúan riéndose, esta vez a carcajadas.

—¡Aaah! ¿Muuuy graciosos, no? Burlándose de la profe nueva. ¿Bueno, a ver, donde está la verdadera lista?

Un alumno me la alcanza, y esta vez sí, puedo leer los nombres sin problemas. El día continúa sin sobresaltos. Todos parecen prestar atención a la clase. Decidí empezar con un repaso general en lengua y matemáticas, para ver qué recordaban del año pasado. Al final del día, les pedí las hojas con las tareas, y terminamos la clase.

Cuando estuve en mi casa, empecé a revisar las tareas. Agrandaba la letra con una lupa, y, como no tenía la lista definitiva, les asigné un número a cada alumno, dependiendo del lugar en donde estuviesen sentados. Es decir, el número uno es el de la fila de adelante cerca de mi escritorio, el número dos el que está al lado, y así hasta el fondo. Como, si estoy lejos no veo sus caras, y es poco el tiempo en el que estoy cerca, tenía que encontrar una forma de identificarlos sin mirarlos, y sin saber todavía como se llama cada uno. Sé que en algún momento, iba a empezar a asociar sus voces con sus nombres, y con ese número que les asigné. Pero ese momento, distaba de estar cerca.

Segundo día. Repetí la misma secuencia con la preceptora, y me dirigí al salón. Tomé la lista, y comencé a intentar leer, nuevamente.

—¿MELTROZO, ROSA? —Comenzaron a reírse nuevamente—. ¿Aaah, ella es la hermana, no? Muy graciosos, otra vez el mismo chistecito. Bueno, está bien. ¿La verdadera lista, dónde está?

Me la alcanzaron, y pude continuar con la clase.

—No pude terminar de corregir sus tareas, así que me van a tener que esperar hasta mañana. Los métodos que estoy tratando de utilizar, son efectivos por ahora, pero las cosas cuestan un poco más. En fin, empecemos con la clase de hoy.

Estuvieron mucho más dispersos. Los escuchaba murmurar, susurrar, pasarse cosas los unos a los otros… Al final, terminamos la clase, de nuevo tomé sus tareas usando la misma numeración para tratar de saber quién era quien, y me llevé las hojas a casa. Terminé de corregir lo del día anterior, y empecé con ese. Empecé a encontrar cosas muy extrañas. Los nombres que me dieron cuando se los preguntaba, no coincidían ni con los de la primer tarea, ni con los de la segunda. Entonces, tomé como base los de la primera, ya que supuse que luego me habían empezado a mentir. Creo que por lo menos pude identificar al chico nuevo que entró el segundo día. No sé si no le dijeron de la bromita, o si no quiso participar. Pero la verdad, es que ya me estaba dejando de parecer gracioso. La segunda tarea, era todo prácticamente un desastre. Dibujos obscenos, insultos, cosas entremezcladas… Encima, tuve que revisar todo sí o sí, no podía dejar las cosas al azar, o decir a dedo que todos quisieron hacerlo mal. Pero una vez terminé, exactamente eso, era lo que había pasado. Y todavía, me faltaba solucionar el problema de la lista, si no quería encontrarme con alguna otra parienta de las señoritas de estas dos primeras clases. Lo que hice, fue copiar la lista entera de nombres, en braille. Y, si la preceptora me decía que había algún otro alumno nuevo, lo agregaría al final. Si no, continuaría con mi lista.

Al día siguiente, hablé con la preceptora, y me quedé un ratito más comparando la lista con ella. No quise comentarle nada de las situaciones que me habían ocurrido con los chicos. No quería que se los rete. No creo que lo hayan hecho porque sean malos, si no que les habrá parecido divertido. Fui al salón, tomé la lista del escritorio, hice de cuenta que iba a leerla, y la hice un bollito, y la tiré a la basura. Se quedaron impresionados.

—¿Profe, se enojó? Acá está la verdadera lista, tome. —Me dijo uno de ellos.

—No, no se preocupen. Yo tengo mi propia lista.

Saqué las hojas en braille, y comencé a leerlas. Todavía me cuesta mucho, no leo tan rápido, por lo que me tomó bastante tiempo. Pero con práctica, sabía que podía lograrlo. Quedaron aún más impresionados. Pero eso, no era todo lo que les tenía preparado…

—Atención chicos, acá están sus tareas. Para cada uno, la ordené de la siguiente forma. Están abrochadas con ganchitos. Tarea del primer día, corrección. Tarea del segundo día, corrección. Y al final, a cada uno le pegué un cartelito con su nombre, para que, tanto ustedes como yo, sepamos quienes son. Porque me parece que se les olvida a veces… ¿No? En fin, si alguno no se acuerda de como se llama, podemos preguntar en preceptoría, o mejor todavía, llamar a sus padres. Tal vez ellos sepan los nombres que les pusieron…

Algunos días después, llegó un golpe de suerte, una oportunidad de que todos nos relajemos un poco. Siempre se suelen hacer solicitudes de viajes a lugares que están en la capital. Pero, debido a que estamos lejos, como mencioné más arriba, esas solicitudes a veces no se aprueban, o la aprobación llega demasiado tarde. Y este fue el caso. La directora me informó que el curso del año anterior, había hecho una solicitud para ir al museo de ciencias naturales. Pero que esta aprobación no había llegado si no hasta ahora. Desventajas de vivir, en el interior de la provincia. Así fue, como mis alumnos y yo, nos ganamos un viaje al museo. Tuvimos varias dudas de como nos íbamos a organizar. El viaje era largo, y la cantidad de horas que íbamos a estar ahí, era equivalente a las que teníamos de ida y vuelta. Un desastre. Pero bueno, como dicen, a caballo regalado…

Debido al escaso personal que tenemos en la escuela, no se me pudo asignar un acompañante. Pero se les habló a los chicos para que me ayuden, y me acompañen en el museo, en caso de que lo necesite. También, habían especificado a través del ministerio de educación, que íbamos a hacer la visita, y que había una persona con discapacidad. En fin, el día acordado nos reunimos bien temprano en la plaza central de la ciudad con los alumnos, y emprendimos viaje. Para la media mañana, teníamos unos alfajorcitos. Llevamos termos con agua caliente, y para tomar mate, café o té. Todo iba bastante bien, hasta que llegamos. Nos presentamos en la entrada del museo, di el nombre de la escuela y de donde veníamos, pero nos dijeron que no estábamos en la lista de escuelas que iban a visitarlo ese día…

—No, lamentablemente no, no están. Y mucho menos tenemos especificado que usted tenía una discapacidad. Le pedimos mil disculpas, pero no podemos ayudarla.

—¿Pero, y ahora que hacemos? No podemos volvernos. Vinimos de muy lejos. Pagamos el micro, llenamos todos los papeles. Le pido por favor que trate de darnos una solución.

—Está bien, déjeme ver qué puedo hacer. Espérenme un momento acá por favor.

La verdad, no se me ocurrió qué pudo haber pasado. Evidentemente hubo una falta de entendimiento entre el ministerio, la escuela, el museo… Nos quedamos en la entrada un rato, hasta que volvió, y nos dijo:

—Bueno, podemos dejarlos pasar, pero no vamos a poder asignarle un guía o acompañante. Le pedimos mil disculpas. No sabemos de quién fue el error, pero es lo único que podemos hacer.

—Está bien, no hay drama, yo me arreglo con los chicos.

—Bueno, pueden pasar. Acá les dejo un mapa del museo para que puedan circular por el mismo sin problemas. —Estiré la mano para agarrarlo, pero ya se lo había dado a la alumna que me hacía de guía.

Ingresamos, y comenzamos a recorrerlo. Había tratado de investigar todo lo que encontré sobre el museo, y sobre lo que presentaba en sus distintas secciones y muestras, para poder ir dándoles una clase, aunque sea resumida. Pero claro, yo contaba con que íbamos a tener guía, y no fue así. Y el echo de no tener un acompañante o asistente, complicaba las cosas todavía más. A medida que pasábamos por las distintas secciones, fui notando que se dispersaban. A veces se alejaban un poco de mí, y ya no podía verlos. El alumno que me acompañaba de repente era otro. Muchos no prestaban atención, o estaban con los celulares, o hablaban y se reían. Mientras intentaba dar la clase, me caían bollitos de papel en la nuca, y al darme vuelta, evidentemente no había nadie. Intenté llamarles la atención, pero claro, era muy difícil si no podía ver en donde, y qué estaba haciendo cada uno.

Así las cosas, llegamos al fin a una de las secciones más conocidas del museo; la de los dinosaurios. Todos se quedaron callados. Empezaron a prestar atención. Pude empezar a explicar todo lo que sabía, todo lo que había estudiado. Logré llegarles con un tema que, al parecer realmente les interesaba. Estaba impresionada. Jamás me había sucedido esto con este curso. Sentía que, tal vez, a partir de ahí, las cosas podrían empezar a cambiar.

—¿Disculpame, estás estudiando? —Me dijo una señora mientras me tocaba suavemente el hombro para no asustarme.

—¿Quién, yo?

—Sí… Bueno, lo que pasa es que te vi solita acá, y como estás con el bastón y hablando, no sé si estás estudiando o estás perdida.

—Ah… Sí… estoy estudiando, pero ya terminé. ¿Podría acompañarme a la salida por favor?

—sí claro, no hay problema, yo te llevo, quedate tranquila. Tenés que venir con alguien, no tenés que andar solita. ¿Vos andás solita para todos lados? No deberías, con lo peligroso que está todo. ¿No tenés quién te acompañe? ¿Te espera alguien afuera?

—No se preocupe, usted déjeme en los escalones de la salida, que yo ahí me arreglo.

—¿Segura? Bueno, si vos lo decís, está bien.

Llegamos, me dejó ahí, me dio más consejos de seguridad, y se fue. Me fijé la hora, y faltaba todavía media hora para que salgamos. Lo que creo que sucedió, fue que, despacito, calladitos y haciendo el menor ruido posible, se fueron del sector, mientras yo estaba hablando.

Quince minutos después, llegó el chofer del micro. Le expliqué la situación, esta vez sí, ya no pude ocultarlo. Me dijo que subiera, y me quedara tranquila. Que él iba a fijarse que todos salgan y suban al micro. Y así lo hizo. Un rato después, arrancamos. Me senté al fondo, y sin decir ni una palabra a nadie, comencé a escribir estas líneas que están leyendo ahora. Por último, cuando faltaba poco para llegar, me levanté de mi asiento, fui hacia el frente, y les dije lo siguiente:

—Saben chicos, cuando yo tenía su edad, no hace tanto tiempo tampoco, no se me cruzaba ni por casualidad por la cabeza, que iba a quedar ciega. Ni en lo más profundo de mi mente, me lo hubiese imaginado. Pero hace un tiempo, me encontré con esta realidad. Y, aunque intento enfrentarlo y sobrellevarlo de la mejor forma posible, entiendo que no todo depende de mí, como les dije el primer día. Las personas con discapacidad, somos capaces de hacer muchísimas cosas. Pero entendemos también, que para muchas otras, necesitamos ayuda. Esa ayuda, no precisamente tiene que venir de ustedes, claro que no. Pero si hubiesen facilitado un poco las cosas, este viaje, no habría sido en vano. Porque tienen que aprender a reconocer dos cosas. Primero, es el sacrificio que, tanto sus padres como la propia escuela, hacen para que ustedes puedan viajar, y conocer lugares y obtener conocimientos y experiencias que, de otra forma no podrían. Y segundo, que, discriminar y burlarse de alguien, ya sea por su discapacidad, o por cualquier otra razón, no está bueno. Porque así como se burlan de mí, tal vez, el día de mañana, aunque espero que no, puede que alguien más se burle de ustedes. El respeto, la comprensión, el entendimiento hacia el otro, es lo que va a hacer un mundo un poco más justo para todos, incluso para ustedes. No sé si voy a poder seguir dándoles clases. Pero espero, que esto que les digo, les sirva de algo. Espero que aprendan a respetar a los demás, pero también, y más importante todavía, a respetarse a sí mismos. Que entiendan que, cada pequeña acción, cada palabra, tiene valor, y que tiene consecuencias en las personas. Y que estas consecuencias, pueden ser tanto positivas, como negativas. Y el decidir como nos comportamos frente a los demás, y a las distintas situaciones que nos tocan vivir, depende exclusivamente de cada uno de nosotros. Muchas gracias.




Los días de la semana

listenButton5.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Estas últimas semanas, pude darme cuenta de varias cosas sobre mí, y sobre lo que intento hacer al escribir y publicar acá, y lo que realmente, termina sucediendo. Primero, entendí que al parecer, soy más del estilo de la improvisación, que de planificar cosas y publicarlas luego. Cada vez que planifico algo, que lo inicio, y estoy cerca de terminarlo, en mi vida personal ocurren cosas que, provocan un desbarajuste impresionante, y que me hacen replantearme todo, y tener ganas de escribir y contar otras cosas. Así, actualmente, tengo 3 artículos en los borradores, entre los que están claro, del que hablé hace casi un mes, en la presentación de mi nueva página de inicio.

Después, sobre las canciones. Cuando escribía de niña o adolescente, solo escribía y listo. O sea, tenía una carpeta, en braille claro, toda con canciones mías, algunas historias, y canciones de otros artistas que me gustaban mucho. Ya que recuerdo, esa carpeta todavía está por ahí guardada. En fin, ahora entendí, que mis canciones actuales, tienen significados distintos a las de antes. Y que requieren una introducción, como la que en estos momentos estoy añadiendo. Es decir, una explicación, de por qué escribo lo que escribo.

En este caso, tiene que ver con dos cosas. Primero, El 3 de agosto inicié con un resfrío. Para el 6 empecé con dolores de cabeza, y el 7 ya tuve pérdida de olfato. Para el 10, supe que era covid positivo. Muchísimas sensaciones pasaron por mi mente desde aquel momento, y hasta hoy. La mayoría de la gente que me conoce ya lo sabe, pero por suerte estamos bien, los síntomas tanto en mí como en mi familia, fueron leves. La realidad es que, habiendo cursado ya la enfermedad, y con mi familia en recuperación, entendí que la sobre información sobre este virus es tanta, que estoy finalizando este proceso con más dudas que certezas. Con más preguntas que respuestas. Con más incertidumbres que las que tenía antes solo leyendo lo que publicaban los diarios y los noticieros, que dicho sea de paso, no era poco. Y segundo, a partir del 16, empecé con un malestar estomacal. Sí, similar al del que hablé en el encuentro, (entrada que me hizo muy bien releer, a veces está bueno volver a leerse a una misma ya habiendo pasado un tiempo) pero sin el desmayo. Me dejó durante toda la semana en cama. También actualmente, me estoy recuperando de eso.

En fin, estas 2 situaciones consecutivas, me hicieron como siempre, reflexionar y repensar algunas cosas. En lugar de contar toda la experiencia como he hecho otras veces, lo que se me fue ocurriendo en el transcurso de todo, fue expresar esas reflexiones y pensamientos, en una canción. Esta vez, va con dedicatoria. Primero, a quien es mi compañera de vida. Ya hablé anteriormente de ella, así que pueden leer la respectiva entrada si no lo hicieron. Y segundo, a todas aquellas personitas que están cerca mío. Porque principalmente ella, pero las demás también, están ahí para decirle a mi cabecita loca, que no todo es tan malo, y que a pesar de las dificultades, todo puede salir bien.

Por último, mencionar que esta canción también tiene una melodía, que está en mi cabeza por ahora. Y que esto, no es una rutina de los días de la semana, si no una forma de sintetizar una rutina de los días de la vida.

Los días de la semana

Los lunes me despierto y sé,

Que nada es como imaginé,

Y por las noches me duermo angustiada.

Los martes todo está tan mal,

No sé qué hacer ni qué pensar,

Y permanezco todo el día bloqueada.

Los miércoles resuelvo mis problemas,

Los jueves se presenta otro dilema…

Los viernes quiero decidir,

Sobre el futuro pero en fin,

Naufrago entre variables y constantes.

Los sábados encuentro paz,

Tan solo quiero descansar,

Mi mente necesita algún instante.

Los domingos los momentos felices,

Opacan a los tristes con matices…

Segunda parte:

Los lunes me despierto y sé,

Que nada es como imaginé,

Y todo vuelve a comenzar de nuevo.

Los martes todo está tan mal,

No sé qué hacer ni qué pensar,

Te lo explico y ni yo misma me entiendo.

Los miércoles resuelves los problemas,

Los jueves se presentan más dilemas…

Los viernes quiero decidir,

Sobre el futuro por venir,

Y aquí estás tú para tranquilizarme.

Los sábados tenemos paz,

Solo queremos descansar,

Las mentes necesitan un instante.

Los domingos seguimos adelante,

Aunque todo parezca tan distante…




Cambios profundos

listenButton6.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Unas semanas atrás, una amiga mía publicó en su blog un artículo que removió muchas cosas en las personas que lo leyeron. El artículo en cuestión pueden encontrarlo acá, y habla de, si los hombres ciegos son o no, realmente angelitos como los considera la sociedad. De si, por el hecho de ser ciegos, tienen derecho a tocar a una mujer, ya sea discapacitada o no. En mi caso, quise aportar mi mirada, tomando como punto de partida, el hecho de que antes, estuve de aquel lado del mostrador. Recomiendo que, si no lo leyeron, entren al artículo primero, y luego continúen con esta publicación.

Desde chica, pero aún más en la secundaria, tenía la convicción de que, por ser hombre, tenía que actuar bajo ciertas reglas, bajo ciertas costumbres. Nunca me cuestioné si esto estaba bien o no. Solo lo hice, porque, en muchos casos, era divertido, y, para qué negarlo, tenía su grado de satisfacción. Reírse de chistes machistas y homófobos, hacer chistes degradando a las mujeres, entre otros. Recuerdo que, hace poco, cuando volví a hablar con una amiga de aquella época, ella me dijo. ¿Vos? ¿Trans? ¡Si no hubiese sido porque sentaste cabeza con una familia, yo pensaba que ibas a ser el “gallo ponedor” de la clase! Y no es casualidad, que ella me haya considerado así. En la secundaria, creamos un personaje con mi bastón blanco, llamado el “bastón-Tito”, o el “Bas-tontito”. Este personaje, por supuesto en la mayoría de los casos direccionado por mis compañeros varones, atacaba a las compañeras por detrás. Claro que, ellas en ocasiones, podían obtener su venganza, pagándoles con la misma moneda. También, mis compañeros tomaban mi mano y la dirigían hacia los pechos de una compañera. Y yo, no me negaba. ¿Por qué hacerlo? ¿Qué tenía de malo? El decir que una compañera parecía “fácil”, o tenía “más carrera” que otra, era moneda corriente. El acosar a mujeres en las fiestas, o boliches, las pocas veces que fui, también era algo común. La excusa del “disculpame, no te vi”, era algo habitual en mí. Las clasificábamos como quien va al super a comprarse un paquete de fideos, una caja de leche, y elige la marca que le gusta. Por supuesto, esto continuó siendo así durante gran parte de mi vida. Siempre los chistes machistas, las comparaciones entre unas y otras, la caracterización de como se vestían, se comportaban, lo que decían o lo que hacían. La crítica, la burla, el menosprecio solo, por ser mujeres. Es lo que la sociedad nos enseñó que teníamos que hacer, lo que me enseñó que tenía que hacer. ¿Por qué habría de cuestionarlo?

Por otro lado, y en contraposición a lo expresado anteriormente, en muchas otras ocasiones, estas charlas con los varones sobre las mujeres, me aburrían. Siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Y, aunque en ocasiones fue porque; sí, quería tener algo con ellas, en muchas otras no. Siempre se me hizo más fácil hablar de temas que me interesaban, como música o literatura, con ellas que con ellos. Muchos de los temas que ellos hablaban, como deportes, a mí no me interesaban. Jamás me gustó el fútbol, más allá de la sensación que causan los mundiales. No me interesan ni el boxeo, ni los autos… Me gusta leer, escribir, el arte, y escuchar música. Es por eso que los temas de conversación de los que quería hablar, siempre tuvieron una asociación más hacia las mujeres.

Recuerdo en noveno grado, cuando me cambié de escuela por circunstancias personales, que un chico me dijo: “mirá, vos para mí sos puto, porque te pasás mucho hablando con las chicas”. Y hoy le diría, bueno, no necesariamente amigo, pero algo parecido. Recuerdo también, en aquel momento, que tratando de encontrarle un sentido al hecho de tener una discapacidad, y tener que enfrentarme a un mundo pura y exclusivamente visual, me acercaba a las chicas con las que no hablaba nadie. ¿Por qué nadie les hablaba? No es tan difícil. Porque no cumplían con lo que se requiere para ser lindas, para ser aceptadas en un mundo dominado por hombres, un mundo dominado por como te ves, más allá de como sos. Fue así, que me puse a charlar con la chica más fea del curso. Supuestamente claro, porque yo jamás la vi. Todos me preguntaban, tanto chicas como chicos, por qué me acercaba a ella, si era fea, y nadie la quería. No supe más nada de ella después. Ni de ella, ni de otra chica a la que le decían “mona”, y la discriminaban por sus lentes mucho antes, en séptimo grado. Me parecía, y me parece hoy en día incluso, una estupidez que se discrimine a personas por esto. Pero eso es un enorme debate que, si lo amplío, no termino más… En fin, a lo que quiero llegar, es a que siempre me pregunté, que significaba ser lindo o feo. ¿Yo qué soy? ¿Qué era? ¿Qué seré? ¿Acaso importa? En base a esto, reflexionaba. ¿Realmente me importa como es una chica por fuera? ¿Para qué necesito saberlo?

Todas estas cosas, estos cuestionamientos, estas dudas, continuaron durante muchísimo tiempo en mi mente. Fueron parte de mí, formaron parte de mi vida. Y es muy difícil sobrellevar lo que pensás, lo que sentís, con lo que se supone que tenéss que hacer. Tratando de buscarle una analogía, es como si, durante mucho tiempo, mi lado femenino, hubiese estado prisionero en una celda, y el guardiacárcel, fuese mi lado masculino. Y, como si este, hubiese pugnado por salir muchas veces, pero solo en ocasiones particulares, lo hubiese logrado. Hasta que un día, todo esto, comenzó a cambiar…

Cuando comencé a descubrirme como trans, encontré en el feminismo y la militancia, una comprensión y una aceptación que no había encontrado en ningún lado. Asimismo, encontré que muchas de las conductas y actitudes que yo daba por ciertas, y tenía naturalizadas, estaban mal. No es para nada fácil comprender esto. Es muy difícil ir tomando consciencia del rol que cumplimos en la sociedad, y de lo mucho que podemos perjudicar a alguien. Más difícil aún, es cambiar esas actitudes, esas conductas, esa forma de pensar, de decir y hacer las cosas. No quiero decir con esto que esté totalmente deconstruida, no, para nada. Todo esto es un crecimiento constante. Pero sí saber que, si bien no podía deshacer mi pasado, podía reflexionar, y ser mejor persona en el futuro. Y eso fue lo que hice. Pero, deconstruir años y años de actitudes y conductas machistas, requiere un gran esfuerzo, que no todos están dispuestos a hacer. ¿Por qué? Porque vivimos en una sociedad machista y heteropatriarcal. Porque, ir en contra de los mandatos sociales, es extremadamente difícil. Pude lograrlo, como digo, trabajando mucho conmigo misma, y con la compañía de quienes ya son parte del movimiento, pero que, además, son víctimas de estas conductas, todos los días de sus vidas.

Por supuesto, esto no se dio de la noche a la mañana. Fue un arduo trabajo de cuestionarme todo, de dudar de todo, de no dar por cierto nada. Cuando llegué a la conclusión del daño que todo esto provoca, tuve 2 opciones. O dejar las cosas como estaban, o mirarme en el espejo de mi conciencia y preguntarme. ¿Esto es lo que yo quiero para mi vida? La respuesta fue no, ya no más, nunca más.

Hubieron infinidad de momentos en los que tuve cuestionamientos sobre mis conductas, y sobre las de los hombres que me rodeaban. Un chiste machista, el contarme una supuesta “hazaña” con una mujer, o el intentar compararlas con autos y computadoras, como si, para ser la mujer perfecta, debieran tener una buena delantera, o la última versión del sistema operativo o alguna aplicación. Cuando eso empezó a resultarme incómodo, me di cuenta que estaban ocurriendo en mí, cambios profundos, que iban más allá de mi identidad de género. Más allá de lo que en mí, estaba logrando como mujer. Pero asimismo, también entendí que estaba relacionado a una empatía que ahora tenía, y que antes, no había podido comprender. Esta empatía primero, viene del conocer como en el día a día son muchísimo, y en muchos aspectos, más vulnerables que los hombres. Y después, fue algo mucho más interno. Fue, el entender que, así como a ellas las violentaban, las insultaban, las acosaban, y las cosificaban por ser mujeres, a mí podría pasarme lo mismo por autopercibirme como mujer trans.

Cuando estaba investigando sobre el ser trans, el ser mujer, leí a una antropóloga uruguaya que, si bien no puedo citarla textualmente porque no recuerdo las palabras exactas, decía algo así como que, para la sociedad, había una especie de escalera de sometimiento, dominación y discriminación. El hombre, está por encima de todo. Luego sigue la mujer. Y por último, las mujeres trans. Con esto no quiero victimizarme, solo quiero contar una realidad que, es innegable para todas las mujeres, y que en el caso de las mujeres trans, se hace evidente también, al ser violentadas por otras mujeres cis, aunque es cierto, hay muchas otras que no, que nos respetan, nos acompañan, nos entienden. Ni quiero justificarme, porque sé que en el pasado tuve actitudes machistas, y como dije anteriormente, el pasado es imposible de borrar. Pero sí quiero dejar en claro que hoy, ya no soy la misma persona. Que no tengo ni voy a tener las mismas actitudes. Que si en alguna ocasión, alguna mujer se sintió violentada de alguna forma por mí, que estoy arrepentida de esos actos, a los cuales, hoy considero deplorables. Y que, si quieren luchar contra todo tipo de acoso, y de violencia machista, estoy con ustedes, estamos todas juntas, todas en este sentido, tenemos que ser compañeras, hermanas. Porque hoy, por medio de la empatía, del entendimiento, de la comprensión, del saber y conocer, de una forma más profunda experiencias de vida, y por medio de una confianza que fui logrando, puedo decir con orgullo, que soy una persona totalmente diferente.

Con todo esto, no pretendo que se me lancen flores y aplausos por quien soy, ni piedras y abucheos por quien fui. Si hago esta publicación, es para que, entre todos, tomemos conciencia de la realidad, y de, como afecta a quienes ni siquiera tienen la posibilidad de ser tomadas en cuenta. Quiero que entendamos, que existe la violencia de género, el acoso, el ciberacoso o acoso digital, el abuso sexual, la violación, y que todavía están muy naturalizadas y en el caso de las personas con discapacidad, hasta infantilizadas. No es necesario que seas trans, o que seas feminista. Aunque sí sería genial, que escuches los reclamos del movimiento, y que te los tomes enserio. Sí es necesario que entiendas, que te informes. Nadie te dice quien y como tenés que ser. Solo vos, solo yo, solo cada uno, puede ver las cosas, desde un punto de vista diferente. Hemos recorrido como sociedad, un camino muy grande. Pero nos falta mucho por recorrer todavía. Tomemos conciencia, por todas las víctimas de este sistema machista y patriarcal.

Para finalizar, les dejo un cuentito de Hernán Casciari, un cuentista y escritor argentino, que hace una bonita reflexión sobre el machismo.




Sobre vos

listenButton7.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Te preguntarás por qué elegí este título para esta publicación. No sé si sabés, de las veces que entraste a mi blog, que las publicaciones se pueden separar por categorías. Bueno, una de esas categorías, se llama “Sobre mí”. Es donde publico cosas que tienen que ver con cosas personales mías. Y esta, es una de ellas. Entonces, la categoría es sobre mí, y la publicación se llama sobre vos, porque la idea, es hablar sobre nosotras.

Durante toda nuestra relación, tuvimos diferencias. Formas distintas de ver las cosas, de hacerlas, de pensarlas, y de decirlas. Estas diferencias nos llevaban a estar en desacuerdo, a discutir, a pelear. Al final, de alguna forma u otra, llegábamos a un acuerdo, y volvíamos a estar como al principio, o, incluso hasta mejor. Pero hubo un momento, en el que eso, se volvió muchísimo más difícil. A partir del 22 de mayo del 2016, cuando te dije, de la mejor forma que pude, que soy una mujer trans. Desde ese momento, todo aquello que habíamos intentado construir y sostener, se rompió.

Se me ocurre que podemos pensar en esto como si fuese algo de vidrio, no sé, una copa, por ejemplo. Se rompe, pero de alguna forma tratamos de seguir usándola, de ver si hay alguna manera de pegar esos pedazos rotos, para que nuevamente, sea la copa que teníamos, o por lo menos una similar. No funcionó. Cada una a su manera, con sus errores y aciertos, lo intentó, pero no funcionó.

El año pasado, nos dimos cuenta que ya no íbamos a poder arreglar esta copa, y decidimos tirarla. Pero ni siquiera eso fue fácil. ¿Quién se iba a quedar con los pedazos rotos? ¿Las 2? Yo? ¿Vos? ¿Cómo podíamos hacer para separarnos? No pudimos tomar esas decisiones en aquel momento. E incluso hoy, un año después, la situación es tan incierta, que se nos hace difícil pensar en el futuro. ¿Cómo vamos a pensar en el futuro, si ni siquiera sabemos qué va a pasar en los próximos 3 meses?

Pero ojo, esto no se trata de cual de las 2 se equivocó y cual no, o si acaso alguna se equivocó más que la otra. No sería justo que yo dijera quien tiene razón y quien no. No sería justo que nos expongamos a hacer visibles nuestras diferencias, a ver quien tiene la verdad absoluta. No, no, no es mi objetivo. Primero, porque esto lo estoy escribiendo yo, y tratar de verlo desde tu punto de vista, me es tan difícil como a vos tratar de verlo desde el mío. Y segundo, que si yo escribiera algo de eso, vos no tendrías la posibilidad de defenderte. Exponernos a la opinión pública como hacen los famosos, ventilando nuestra vida privada, sinceramente, a mí no me gusta. No, mi idea al escribir esto, es otra, mi sentir, es otro.

El no tomar esas decisiones, sea por las razones que sea, el año pasado, nos llevó a esta situación actual. Desde el ‟16 de marzo, empezamos a cumplir con la cuarentena voluntaria, y a partir del 20, con la obligatoria acá en Argentina. Desde entonces, nuestra forma de convivir, cambió. Y acá, es cuando decido hacer un paréntesis.

Muchas personas, la mayoría diría yo, cuando ocurren cambios importantes en sus vidas, ponen todo en una balanza imaginaria. Lo bueno, y lo malo. Los momentos felices, y los tristes. Y empiezan a ver qué pesa más. Casi siempre, son los momentos malos, pero esto no es casualidad, ni significa para nada que en la vida de las personas, haya más momentos malos que buenos. ¿Entonces, por qué pasa esto? Porque esa balanza nunca anda bien. El cerebro humano, según lo que leí, está configurado para recordar mejor eso que le provoca un impacto fuerte. Es por eso que los momentos malos, son los que las personas más recuerdan. Algunas veces, en casos muy graves, esos momentos son tan malos, que el cerebro los bloquea, impidiendo que los recordemos, pero incluso así, formando parte de nuestro inconsciente, de alguna forma u otra que no somos capaces de entender. Pero en fin, como ya sé que esta balanza de la vida anda mal, decido tirarla a la mierda, y tomar el lado que yo quiera, independientemente de todo lo demás.

Desde que la cuarentena empezó, logramos conectarnos de formas en las que no habíamos podido conectarnos en mucho tiempo. Fuiste la creadora de La Parca, justo cuando yo estaba escribiendo El Encuentro. Estuviste ahí junto con los chicos para socorrerme cuando me desmayé. Fuiste la creadora, cocinera, y organizadora del acto del 25 de mayo incluso eligiendo la canción que íbamos a usar, y la de la idea de que nos vistamos de paisanas. Me trataste en femenino cuando estuve en llamada con mis amigos. Fuiste la de la idea de una historia policial muy chistosa que pronto voy a publicar, y gracias a la cual, decidí crear todo un pueblo ficticio, con un periódico ficticio también, en los cuales, a partir de ahora, la mayoría de mis historias van a estar basadas. Fuiste la organizadora y cocinera de todo el cumple del nene, y entre las 2, escribimos ese hermoso discurso que le publicamos en facebook, y que a tanta gente hizo emocionar. Y me dijiste que escriba algo sobre vos, justo cuando ya estaba pensando en escribir esto. Me encanta que nos sentemos todos los días a desayunar juntas. A charlar de la vida, a planear el almuerzo, la cena. Que colaboremos haciendo la comida. Que veamos las novelas o algún programa. Que hagamos la tarea con la nena, y que hagamos lo mejor posible, teniendo en cuenta nuestras dificultades. Que nos riamos junto con los chicos de los personajes chistosos que inventé, y de los que nadie sabe. Que todos los días sigamos inventando palabras y cosas graciosas para hacer más amena esta cuarentena. Que te animes a cocinar cosas que nunca habías hecho, para tratar de que tengamos menúes diferentes. Poder ayudarte con cualquier cosa, incluso hasta buscándote recetas en internet. Y me encanta que, vos también disfrutes de todos estos lindos momentos. Pero además, si quiero buscar mucho más atrás… Que hayas hecho cosas que te desagradaban, ido a lugares que no querías ir, que me hayas acompañado a comprar ropa muchas veces. Que hayas estado conmigo para sostenerme cuando tuvimos problemas económicos graves. Que hayas estado cuando me enfermé. Que hayamos podido ponernos de acuerdo, como dijiste en facebook el otro día, a pesar de nuestras diferencias, para hacer siempre lo mejor para los chicos, y para acompañarlos cada vez que estuvieron enfermos, cada vez que tuvieron algún problema en la escuela.

No sé que nos deparará el destino. No sé qué pasará con nosotras cuando termine la cuarentena. No sé qué decisiones tomaremos, ni como serán. Pero estoy contenta de que seas mi compañera de viaje en este viaje en el que, precisamente, no se puede viajar. No creo que podamos volver a tener una relación como la que teníamos antes, ya no. Pero sí creo que estamos construyendo algo diferente. Ahora sé que siempre vamos a poder contar la una con la otra, cada vez que nos necesitemos, tanto en los buenos y los malos momentos. Y te estoy muy agradecida por eso. Te deja muchos cariños, tu personaje favorito…




La búsqueda

listenButton8.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Esta entrada, es la tercera parte de una trilogía. Si no leíste la primera (El encuentro) y la segunda (La Parca) te recomiendo que las leas. Podés acceder a ellas a través de la etiqueta La Muerte.

Es tarde. No sé que tanto, pero más de la 1 de la mañana seguro. No puedo dormir. Como tantas otras veces, no puedo dormir. A la noche, cuando estoy sola, cuando solo mi propia mente me habla y me escucha, es cuando mis miedos y preocupaciones afloran. Es cuando comienzo a hacerme preguntas, para las que no tengo respuestas. Empiezo a dar vueltas en la cama. Muchas veces intento ver una película, leer un libro, empezar una serie que me interese, escuchar música relajante, o algo que me tranquilice, como alguno de mis discos favoritos. The Dark Side of the Moon de Pink Floyd, El mal querer de Rosalía (sí, así de complicada soy) o algún otro que me distraiga, que me haga pensar en otras cosas. Entre todo eso y meditar o practicar reiki, casi siempre me termino durmiendo.

Esta vez, nada funciona. Y no es que haya intentado todo eso. No tengo ganas de intentar nada siquiera. Es como si, de un momento a otro, las ganas de hacer algo, se me hubiesen apagado por completo. Me siento una extraña en mi propio cuerpo, en mi cama, en mi casa, en el mundo. Siento como si no tuviese que estar aquí. ¿Y si yo no estaba tan equivocada? ¿Y si en realidad, antes no era mi hora, pero ahora sí? ¿Y si ella viene finalmente a buscarme?

Intento relajarme. Estoy boca arriba y con la cara destapada. Pongo mis brazos al costado del cuerpo, y trato de cerrar los ojos, y de a poco, no pensar en nada. Me imagino a mí. Imagino que me voy haciendo pequeña. Cada vez mi tamaño disminuye más y más. Si alguien quisiera verme, no podría. Soy ya tan pequeña, que ni yo misma puedo distinguir cuan diminuto es mi propio cuerpo. Soy como un punto en una pared. Como un granito de tierra. Como un pedacito minúsculo de piel que se despide del cuerpo. Como un microbio. Puedo moverme. puedo salir, puedo volar. Me dirijo hacia el pequeño espacio que queda entre las 2 ventanas corredizas de mi habitación. Salgo por ahí, paso por entre uno de los agujeros de la reja, y comienzo a volar. Empiezo a recuperar mi tamaño, hasta que vuelvo a ser como siempre. Continúo volando. La mayoría de las ventanas de los edificios y casas cercanos se encuentran cerradas, y con las luces apagadas. Solo alguna que otra persona no podrá dormir todavía. Desciendo a la calle. Las que hasta hace un poco más de un mes, se encontraban repletas de vida, hoy parecen postales tristes de una casa abandonada, cuyos propietarios siguen manteniéndola limpia, por si algún día la vida regresa a como era antes. Aquellas, en las que pasaban muchos autos por día, ahora solo tienen un colectivo esporádicamente, y un auto cada tanto. Incluso en las avenidas que antes estaban tan concurridas, hay momentos en los que no pasa nadie. Algunos sí viajan, claro. Los que tienen que ir o volver de trabajar. Pero incluso para ellos, cuyas rutinas laborales prácticamente no cambiaron, observar esta ciudad tan distinta les genera una sensación que no pueden explicar. Floto a centímetros del asfalto. Continúo recorriendo la ciudad. Cada vez me alejo más. No sé donde voy, no sé qué estoy buscando, no sé por qué estoy haciendo esto. ¿Y si alguien me ve? ¿Puede decirse que estoy violando la cuarentena?

Una ambulancia pasa cerca mío a toda velocidad. Un patrullero pasa a los pocos minutos. Un chico en una moto de una empresa de delivery pasa después. Un camión se para en una estación de servicio a cargar combustible. Muchas cosas continúan pasando como antes, pero a un ritmo más lento. Es como sí, además de ponerle pausa a ciertas cosas, a otras, las hubiésemos puesto a una velocidad menor. Voy hacia los lugares más transitados usualmente. Los subtes, los mercados, las plazas. El alumbrado público permanece expectante hasta que tenga a alguien a quien iluminar. Tal vez estoy desvariando. Tal vez me volví loca. Tal vez estoy soñando. Tal vez estoy despierta. Tal vez, todas esas cosas al mismo tiempo. ¿Qué buscamos cuando salimos? ¿Qué buscamos cuando tratamos de escapar de la realidad? ¿O, por el contrario, qué buscamos cuando no estamos conformes con ella, cuando queremos cambiarla, modificarla, adaptarla a lo que queremos? ¿Qué hacemos con eso que teníamos tan por seguro, pero que ahora no nos deja dormir?

Sigo avanzando. Me encuentro en la plaza de mayo. Sí, en uno de los lugares más icónicos de todo el país. Miles de luchas, miles de reclamos, miles de voces aparecen impregnados como una marca distintiva en este humilde y pequeño espacio. Más de 200 años de historia, que hoy se encuentran acallados, pero jamás enmudecidos. Gritos de júbilo, de bronca, de desesperación, de ira, enojo, alegría, tristeza, llanto. Todas las emociones que podemos tener, se sentían como propias, pero a la vez reflejadas en multitudes, que estaban acá por lo mismo que vos, que yo, que todos. ¿Te imaginás? ¿Cientos de miles de personas marchando para exigir barbijos, alcohol en gel, comida, agua, luz, un celular o una compu para estudiar? Pero no, no se puede, eso no se puede, no se debe, está mal. La libertad, se convirtió en un síntoma de una enfermedad que no todos tenemos, pero que cualquiera puede tener. Y eso, es lo que la hace diferente, especial, hasta podría decir que, temible y terrorífica. Tanto así, que hasta salir de nuestras casas con todas las precauciones que podemos tomar, nos da miedo. ¿De qué manera podemos proteger a los demás, si se nos hace tan difícil protegernos a nosotros mismos?

Decido volver. No encontré respuestas, solo más preguntas. ¿Qué busco? ?Dónde? ¿Por qué? Siempre extrañamos lo que no podemos tener. Lo que antes nos parecía tan cercano y familiar, hoy es un lujo que nadie puede darse. Es un arma, un puñal por la espalda. Y no es que no quieras confiar en nadie, solo que no podés hacerlo. Porque, ni siquiera podés confiar en vos. Ni siquiera podés tener la certeza de que estás haciendo lo correcto, de que no tenés, y no podés contagiar la enfermedad. ¿Entonces, como podrías hacer lo mismo con los demás?

Voy por las calles mirando, escuchando, tratando de sentir. Me paro en las esquinas un rato, esperando que algo pase, que alguien llegue, que alguien pase. Miro a través de las ventanas cerradas tratando de encontrar aquello que ando buscando. ¿Pero, qué es? ¿Quién es? ¿Dónde está el Príncipe Salvador que rescata a las princesas en peligro en los cuentos de hadas? ¿Dónde están aquellas que no necesitan ayuda, y a las que solo les bastan sus propios poderes, habilidades y fortalezas para salvarse? ¿Dónde están los héroes y las heroínas que rescatan a la humanidad de las fuerzas malignas? No, lo sé, no estoy tan loca como para no saber que todo eso no existe. No soy tan infantil como para no entender que los cuentos de hadas, son solo eso, cuentos. Es solo que tal vez, tener una visión más superficial de todo, sería más fácil. Tal vez, creer que va a llegar el milagro, la solución de algún lado, sería mucho mejor que enfrentarse a la realidad. Porque sí, hay héroes. Son los médicos, enfermeros, personal de limpieza, cocineros, que salen todos los días para ir a los hospitales. Es el pibe del delivery que te trae la compra a tu casa para que no tengas que salir. Son los que se quedaron sin ingresos, y tienen que salir de todos modos a darles de comer a sus familias. Sí, son héroes. Pero también son humanos. Como vos, como yo. Y no tenemos que olvidarnos de eso. Y recordar que, a pesar de que son héroes, también tienen que cuidarse para no contagiarse, también tienen miedo de enfermarse, de infectar a sus seres queridos, y de morir, al igual que nosotros.

Ya está amaneciendo. Las veredas se encuentran repletas de las hojas secas que, en el otoño se caen, para dar lugar a otras que florecerán en primavera. Tal vez, somos como las hojas de estos árboles. Caímos, pero pronto volveremos a florecer. Mientras tanto, sigamos buscando eso que nos mantiene vivos, para que ella, no tenga que venir a buscarnos. El día sigue su curso. La gente comienza a despertarse, a salir. Los tapabocas como distintivos de una especie que, por primera vez, en su totalidad, tiene al menos una noción de lo que es estar enjaulados, y usar un bozal. Tal vez, esto sirva, no para encontrar algo afuera, si no, para encontrar algo más en nosotros mismos. Tal vez, y solo tal vez, esto sirva para que, al menos algunos, nos demos cuenta del daño que le hacemos al planeta, a las otras especies, a la propia humanidad. Espero que sea así. Porque si no, el pensamiento de que todo va a volver a ser exactamente como era antes, no es muy alentador.

Regreso a mi cama. Poco a poco vuelvo a recuperar mi cuerpo, y la sensación de todo lo que me rodea. Antes de ser totalmente consciente de mi misma nuevamente, escribo lo siguiente:

Hasta luego, señora muerte. Perdón por tanto divague, supongo que, parafraseándome a mí misma con lo de los árboles, me fui por las ramas. Pero bueno, que le voy a hacer, a veces soy así. Le dejo muchos saludos, y de verdad espero no volver a verla en mucho tiempo.




La Parca

listenButton9.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Esta canción tiene una historia particular. Estábamos jugando con la mamá de mis nenes con un teclado casio bastante viejito que tengo de hace rato, y probando los ritmos y las notas, hubo uno con el que nos quedamos. Ella empezó a hacer una melodía con la voz, y yo la saqué con las notas del teclado. Se le ocurrió que la melodía era bastante tétrica, y que parecía como si se tratara de la muerte. No me pareció casualidad que pensara eso, cuando justo yo estaba trabajando en la entrada anterior. Estuve pensando durante toda esa noche, y para el día siguiente, escribí la letra. Es por eso, que esta canción, es la segunda parte de esta trilogía. Si no leíste la primera, te recomiendo que lo hagas. La trilogía completa, se encuentra bajo la etiqueta La Muerte.

En fin, una vez tuvimos la música y la letra, se me ocurrió que podíamos tener un video de esta canción. Es así, que mi nene hizo una animación basándose en la letra. A continuación, pueden encontrar la letra, la descripción de las imágenes para personas con discapacidad visual hecha por mi hijo y por mí, y por último el video.

Gracias a mi amigo David, que hizo lo posible para mejorar el audio. Perdón por eso, es una grabación muy casera, la hicimos con Whatsapp.

Si les gusta el video de mi nene, pueden seguirlo en su canal de youtube.

Y acá, hay una serie animada también de él.

¡Que lo disfruten!

La Parca

La buscas,

La encuentras,

Le temes,

La enfrentas.

La sientes,

La sueñas,

A veces,

Tan cerca.

Sin que te,

Des cuenta,

Te atrapa,

Te lleva.

Si toca,

Tu puerta,

Es porque,

La esperas.

Descripción de imágenes

Es una obra de teatro, sobre un escenario en 2 dimensiones. Todo hecho con un programa de personajes animados.

Actores: La Parca, Iris (la mamá) Luna, Juan, (los nenes) y yo.

1: Los 4 estamos quietos en el escenario. Yo con el piano e Iris con el micrófono. Estamos con los ojos cerrados.

2: Abro los ojos y empiezo a tocar el piano.

3: Iris abre los ojos y la boca, y empieza a cantar.

4/5: Juan busca a la derecha y voltea a mirar hacia la izquierda.

6: Aparece en escena la parca. Luna la ve, mientras que Juan no, porque está dado vuelta.

7: Luna sale corriendo.

8: los 2 se ponen en posición de combate enfrentando a la parca.

9: Juan tose sangre arrodillado en el piso.

10: Luna mira hacia arriba, mientras piensa en la parca.

11: La parca se pone detrás de Luna. Ella mira hacia atrás y la ve.

12: Luna voltea hacia donde está la parca, pero ella se teletransporta, y se pone detrás de Juan.

13: La parca agarra a Juan de la mano, y lo va llevando fuera del escenario, mientras Luna intenta salvarlo.

14: Juan y la parca casi están fuera del escenario, mientras Luna sigue intentando salvarlo.

15: Juan y la parca finalmente salen del escenario, y Luna se arrodilla y se pone a llorar.

16: Luna recupera un poco la postura y continúa llorando.

17: Iris y yo cerramos los ojos, mientras seguimos cantando y tocando.

18: Iris y yo rompemos la cuarta pared, y te miramos a vos. Sí, a vos que estás leyendo/viendo esto, de forma amenazante. Iris canta con una sonrisa perturbadora.

19: los 5 nos vamos hacia el lado izquierdo del escenario para irnos.

20/21/22: De a poco nos vamos yendo.

23: Nos fuimos. El escenario quedó vacío.

Fin.

Video




El encuentro

listenButton10.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca... El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar... En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla. Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama \"Di mi nombre.\" Pero antes de empezar... Un poquito de historia La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió. Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos... Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas. Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda. Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como \"dragonmoon1522\", o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro. Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente. Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije: —¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras. Las elegidas Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que... Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes. Gracias Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo. El juego El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar. No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando. Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil. Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar. Ejemplo y pistas iniciales Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte! ¡A jugar! Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol. Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos. Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos. Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común. Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común. Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina. Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin. Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre. Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales. ¿Te rendís? ¡Acá está la solución!", "Spanish Latin American Female"); } };

Esta publicación, es la primera parte de la trilogía “La Muerte”. Podés acceder a la trilogía completa acá.

Camino por un oscuro pasillo. Se supone que está iluminado por luces tenues y espaciadas, pero debido a que soy ciega, no las puedo ver. Mi grado de ceguera, solo me permite distinguir la luz de la oscuridad, y cuando está soleado o nublado.

Jamás pensé que iba a venir hasta aquí. Tantas veces estuve cerca, que siento que, a pesar de nunca haber recorrido este camino, se me hace familiar. Es como sí; ya hubiese pasado por acá, o como si hubiese soñado con él en algún momento. Aunque este viaje fue muy inesperado, decidí vestirme para la ocasión, espero sea de su agrado. Tengo un vestido negro largo hasta los pies, y unos zapatos también negros, cuyos tacos, resuenan en el eco de este largo pasillo. El vestido es abrigado, ya que sabía que a medida que me fuese adentrando en este lugar, la temperatura ambiente iba a ir descendiendo considerablemente. Continúo caminando. Como siempre, mi cabeza no se queda quieta ni en las situaciones más límites y desesperantes. Trato de imaginar su voz, su forma de hablarme, de expresarse… ¿Se habrá enojado conmigo? Digo, sé que no le hice nada realmente; pero… qué se yo, jamás tuve la posibilidad de estar tan cerca. Pienso en mi vida, en mis cosas, mi casa, mi familia, todo aquello que, de un momento a otro tenemos, y luego…

Me choco de frente con la puerta. Siempre me pasa lo mismo. Puedo tener el bastón, llevar las manos adelante, y aún así, si voy distraída, me voy a chocar cualquier cosa que tenga en frente. Creo que muchas veces habrán pensado que soy una tarada. ¿Pero, tenía que pasarme justo ahora? ¿Justo cuando voy a uno de los encuentros más importantes de toda mi vida? ¿Esperen… Vida? ¿Está bien decirlo así? ¡Ay, estas cosas me confunden!

Toc, toc, toc.
Sí, sé quien sos, dale, pasá, te estaba esperando.
Muchas gracias le respondo.

Abro la puerta, y entro a una habitación extremadamente oscura. Es tanta la diferencia, que puedo distinguir por la puerta todavía abierta detrás de mí, la claridad que iluminaba el pasillo. Y eso, considerando que en los últimos tramos, las luces, según sabía yo, eran casi inexistentes. Cierro la puerta, y me quedo parada, esperando…
Adelante tuyo, a apenas unos pasos, tenés una silla. Sentate. Estoy revisando algunas cosas. Termino y enseguida estoy con vos.

Es una voz grave, sí; y de una persona mayor, pero nunca pensé que pudiera ser así. La imaginaba tétrica, poderosa, hasta terrorífica. Por el contrario, es cálida, suave, e inspira confianza.
Bueno, ya estoy. ¿Contame, porqué estás acá?
Em, no sé, creí que tal vez… no sé…
—¿Había llegado tu hora? No, lo siento, pero todavía no.
—¿Lo siente? ¿Enserio?
Sí, enserio. ¿Sabés? Te me venís escapando de chiquito… Ay, perdón, chiquita. No me acostumbro a estas cosas todavía.
Sin embargo, usted se llevó a muchas de nosotras.
Es mi trabajo, es lo que me toca hacer. Pasándolo a términos tuyos, soy una trabajadora más. Acá, no mando yo. Igual, no es llevar precisamente lo que hago. Digamos que los acompaño, los ayudo a pasar al otro lado.
—¿Me va a ayudar a mí también?
Sí, cuando te llegue la hora, claro. Pero todavía no es. Igual, convengamos que esta vez estuviste bastante cerca. Si te hubieras caído un poco más para el costado, estaríamos hablando en otros términos.
No sé exactamente qué me pasó, todavía no me desperté, así que no puedo decir nada. ¿Cómo sé que no me está mintiendo? ¿Cómo sé que puedo confiar en usted?
Mirá, en primer lugar, si estuvieras muerta yo te hubiese ido a buscar a vos, y no vos a mí. ¿En segundo lugar, es enserio? ¿Qué ganaría yo con mentirle a la gente? No, no soy yo la que gana algo con eso, creo que te estás confundiendo.
Está bien, no se me enoje, entienda que no es fácil hablar con usted. Estoy un poco nerviosa en realidad.
—No pasa nada, te entiendo. Sigamos.
—¿Me imagino que no va a responder todas mis preguntas, no?
No, claro que no. Pero vos hacelas, y voy a responder las que pueda, como hasta ahora. Igual, no tengo mucho tiempo, así que te voy a pedir que seas lo más breve posible.
—¿Por qué? O sea, disculpe la intromisión. ¿pero, tiene más trabajo que antes?
—No, realmente no, la gente fallece todos los días. Esta situación con la pandemia, solo me da a mí una perspectiva diferente, una forma distinta de trabajar. Pero hay miles de personas muriendo por otras miles de razones. Es más, siendo sincera, las muertes por esta enfermedad, no son tantas a comparación de las que mueren por otros motivos. Claro que no lo estoy minimizando, no. Solo es una comparación numérica, en cantidad de personas. Para mí, se sumó una razón más a la de la lista por las que muere la gente, y eso lo hace interesante. Pero en sí, el problema lo tienen ustedes, no yo. ¿Pero decime, por qué estás acá? ¿No es para hablar de la Covid19, no?

—No. O bueno, sí. Pero tal vez no de esta manera. Lo que pasa, es que, pienso que es tan injusto todo esto. Tal vez nos cuidamos de esta enfermedad, tomamos todas las precauciones, y tratamos de proteger a quienes son factores de riesgo. ¿Pero, quienes protegen a los que mueren por otras razones? ¿Quienes protegen a los que pueden morir de hambre, víctimas de femicidios, quienes mueren por crímenes de odio?

—Esas preguntas, no son para mí. Son los propios seres humanos los que no se protegen a sí mismos. La diferencia con el virus, es que no hay forma alguna de evitarlo. Que es muy contagioso. Que puede agarrarle a cualquiera, incluso a ellos. Ese es el miedo realmente. El miedo a algo sobre lo que no tienen control. Los crímenes de odio, los femicidios, es algo que no se contagia, y que no afecta a toda la gente. Pero me estás haciendo perder el tiempo, porque estas cosas, ya las sabés. Estás buscando a alguien que te de explicaciones, que ya están en tu cabeza.

—Sí, lo sé. Es cierto. Es que tratar de explicar lo que siento, se me hace difícil. Tengo miedo. Tengo un miedo terrible. Es el miedo que tenemos todos, que se yo. Pienso que, no sé… ¿Y si me equivoco en algo? ¿Y si no desinfecto bien alguna cosa, la ropa, la comida, a mí misma? ¿Es como si cada vez que saliera, estuviese jugando a la lotería, pero al revés. ¿Hoy no me tocó, pero y si mañana sí? ¿Qué hago si por alguna cosa que haga mal, pongo en riesgo a la gente que quiero?

—Son muchos supuestos. ¿A qué le tenés miedo realmente? ¿A mí? Es normal tenerme miedo. Todos me temen. No directamente, claro. Pero todos tienen miedo de salir y ser chocados, asaltados y asesinados, de enfermarse de algo que no tenga cura, de morir por alguna razón que no pueden controlar. Tratás de tomar la mayor cantidad de precauciones posibles. Todos lo hacen, o al menos la mayoría. Si te equivocás en algo, si algo está contaminado y no lo desinfectás bien, no podés culparte por eso. Hacer todo lo que se puede, es mucho mejor que no hacer nada.

—Lo entiendo, muchas gracias. ¿Y las razones que sí podemos controlar? Son una forma de evitarlo, de retrasarlo, o eso creo.

—Sí, inevitablemente, tarde o temprano todos van a morir. Todos excepto yo, claro. Pero incluso vos, y no tenés forma de evitar eso. Solo podés hacer cosas para que ese momento, no llegue pronto. O, mejor dicho, para que no llegue, si no querés que llegue. Cuidarte de esta enfermedad, es una forma de que no llegue por algo que es evitable. Pero también, te podés cuidar de otras formas, y me parece a mí que es por eso por lo que estás acá.

—Sí, es por eso. ¿Pero a la vez me pregunto, no es que en realidad, la estoy buscando?

—¿Vos a mí? ¿Estás segura de lo que estás diciendo? No, no, no creo que sea así. Me parece que estás siendo un poquito irresponsable, nada más. Hay cosas que no te las estás tomando con la seriedad que requieren, y eso es lo que te viene llevando desde hace rato, a estas situaciones. Es como cuando les dicen a los niños, portate bien. Lo hacen un tiempo, pero después vuelven a portarse mal de nuevo. Por ahí, deberías tratar de dejar de actuar como una niña, y tomarte tu vida más enserio. El fumador, el alcohólico, tienen una dependencia, es una enfermedad. ¿Lo tuyo, qué es?

—De todas las personas que pensé que me iban a retar, no se me cruzó ni por casualidad, que usted fuese una de ellas. Es difícil. Por el contexto, porque es todo nuevo, porque siempre se me presentan dificultades que me complican las cosas.

—¿Enserio? Mirá vos. Dale, seguí buscando excusas. Sos la única que puede cambiar su ritmo de vida. Solo tenés que proponértelo, y hacerlo. No hay nada más que nadie pueda hacer. ¿Cómo? Eso, ya es cosa tuya. Volviendo a lo de antes, no me estás respondiendo algunas preguntas vos a mí. Creo que me estás ignorando, y como te dije, no estoy para perder el tiempo. ¿Podés ir al grano?

—Como le dije, se me hace difícil explicarme. Es que hay tantas cosas que quisiera saber, que no sé muy bien como seguir. Usted me dijo que, yo no la estoy buscando. ¿Cómo diferencia a los que sí?

—Hay gente que se acerca al peligro, que se arriesgan, que cometen actos que para la mayoría pueden resultar irresponsables, solo para acercarse a mí, y demostrar que pueden “vencerme”, entre comillas, claro. Porque nadie puede vencerme. Son miles las razones por las que lo hacen. Pero no son ellos a quienes me refiero. Si no, a aquellos que no pueden más. A los que no encuentran otra solución, más que buscarme. Porque el resto de las opciones se les agotaron, o no fueron suficientes para ellos. Les es muy difícil continuar en su mundo, cuando las cosas dejan de tener sentido.

—¿También, hay otros que no se resignan, verdad?

—Sí. Es tu caso. Estuviste cerca mío varias veces. Sin embargo, seguís allá, no tenés ganas de venir. Se ve que hay mucho que querés hacer todavía, y eso es lo que te hace seguir adelante, y enfrentarme.

—No voy a hablar de eso todavía, prefiero dejarme para el final. Es la razón por la que no respondí a sus preguntas. ¿Qué pasa con aquellos a los que usted les llega de repente? ¿Qué sienten? ¿Cómo se lo toman?

—Algunos ni siquiera se dan cuenta al principio. Solo llegan, y los acompaño. Se los trato de explicar, pero no logran comprenderlo. Otros, no pueden venir. Debido a situaciones pendientes en sus vidas, quedan dando vueltas en su mundo. Es difícil llevarlos, y a veces necesito ayuda para hacerlos cruzar al otro lado. Pero, por otro lado, hay quienes sí saben que voy a ir a buscarlos. Son los enfermos terminales, por ejemplo. Ellos saben que estoy cerca, que en cualquier momento llego. Algunos se resignan, mientras que otros resisten, y no quieren venir conmigo.

—Cuando un ser querido se nos va y no lo esperamos, es difícil sobrellevarlo. Es difícil seguir acá, con proyectos y sueños, sabiendo que esta persona ya no va a poder concretar los suyos. ¿Usted, qué opina de esa sensación?

—Creo que en muchos casos es un acto reflejo. ¿Si a él le pasó, por qué no podría pasarme a mí? Al fin y al cabo, es lo que te decía antes. Todos me temen. Todos temen que de algún momento a otro los vaya a buscar. Y está bien que sea así, es normal. Lo único en la vida que no tiene solución, soy precisamente yo.

—Pero yo no le temo, o al menos no así.

—Al fin algo que me interesa escuchar.

—Sí tengo proyectos, sueños, cosas que quisiera hacer. Y sí tengo miedo de no poder concretarlas si me muero. Pero, me molesta el hecho de ya no poder estar con mi familia. Pensar en todo lo que me perdería en el futuro si yo me fuera, pensar en qué o cómo podrían hacer ellos para seguir, es lo que realmente me da miedo.

—¿Y si te digo que te mentí? ¿Y si te digo que esta es tu hora, y que todo esto es una preparación para cruzar la puerta? Al fin y al cabo, ya estás acá, y nunca antes estuviste. Es más, estás vestida para la ocasión. ¿Qué más faltaría? Es la hora, tenés que venir conmigo.

Me levanto de la silla y me paro frente a ella.

—Bueno, está bien, vamos. Yo se lo dije, no tengo miedo, no es esa la cuestión. Si usted me dice que nos vamos, no tengo forma de evitarlo. Ya lo dijo usted misma. Es inevitable, y no tiene solución. Entonces, vamos, estoy lista. Y si es mentira, no importa. El día que llegue mi hora realmente, también voy a estarlo, sea en el momento que sea. Esto no quiere decir que me quiera morir. Quiero vivir, y poder concretar todo lo que anhelo. Y poder estar y disfrutar la vida con la gente que quiero y que me quiere. Pero también la respeto, y entiendo que si me viene a buscar, ya no hay nada que pueda hacer. No le podría insistir para que me deje hasta que las cosas estén como yo deseo.

—Deberías entender que en su mundo, nadie es imprescindible. Que por mucho o poco que hagas, siempre te va a quedar algo por hacer, por conocer, por buscar, por realizar, por soñar, sentir, pensar… Sus vidas están llenas de incertidumbres. De idas y vueltas. De subidas y bajadas. De momentos buenos y malos. No tenés que pensar en lo que no podés hacer, si no en lo que sí hiciste, y lo que estás haciendo. No importa lo que sea. Para cada persona, los logros son diferentes, y tienen distinta importancia. Están tan preocupados por lo que no pueden, o no van a poder hacer, que no se ocupan de lo que sí hicieron, o pueden seguir haciendo. Encontrar una razón más para vivir está bien, pero no si esa razón te lleva más cerca mío. Encontrar cosas que hacer, que aprender, tiene que servir para darte cuenta, que hoy sos una persona mejor que la que eras ayer. Lo que sucede, es que vos, y tantos otros, no se lo llegan a creer. Cada vez que hagas algo nuevo, algo bueno, recordá que estás haciendo algo mejor para vos, y para seguir buscando un nuevo motivo para vivir. Así, cuando yo llegue a buscarte, vas a hacer un balance positivo de lo que tenés y lo que dejás, en lugar de uno negativo. No, no es tu hora. Es más, ya tendrías que ir volviendo. Yo también tengo mucho que hacer. Adiós, hasta algún día.

El suceso

Hace poco, me dolía mucho el estómago. Fui al baño porque tenía náuseas. Ahí empecé a marearme. Intenté sostenerme de la puerta y el lavamanos, pero no resultó, y me desmayé. Caí dentro de la bañera, con la cabeza y la espalda contra la pared del costado de la misma, y las piernas colgando hacia afuera. A mi izquierda, aunque un poquito lejos, estaba la canilla de abajo de la ducha. Estuve un minuto inconsciente hasta que recuperé el conocimiento, y pude pedir ayuda a mi familia. Cuando llegaron, ya estaba levantándome sola. Estoy bien. Tengo que cuidarme de no comer mucho ciertos tipos de harinas, parece que eso es lo que me inflama cada tanto.

Por supuesto, este diálogo nunca ocurrió, es totalmente ficticio… ¿O no? No lo sé, no recuerdo nada de ese minuto. Tal vez, cuando estamos cerca del otro lado, todo lo que ocurre sea atemporal, al menos para nosotros, no para ella. ¿Nunca les pasó de tener un sueño muy largo, y cuando se despiertan pasaron solo 5 minutos desde que se durmieron? O al revés. ¿Tener sueños extremadamente cortos, y resulta que durmieron toda la noche?