Es muy difícil hacerse un lugarcito en un mundo dominado por las imágenes, los videos, y sobre todo los memes y las historias en las redes sociales. Cuando empecé con el blog, muchos me dijeron que el auge de los blogs había terminado, y que habían pasado de moda. Y puede que esto no sea del todo falso. Ya que no se pueden comparar, las vistas y visitas de un blog, con las de los videos en redes, o en las plataformas más populares. Aún así, seguimos existiendo quienes preferimos leer un artículo en este tipo de sitios. Siguen habiendo páginas y grupos, en los que se leen y comparten entradas de blogs. Y siguen habiendo, personas interesadas por la lectura. Muchos de quienes tienen un blog, pueden añadir una imagen o un video a sus entradas, para hacer su blog más atractivo visualmente. Lamentablemente, yo no tengo esa posibilidad, y casi siempre, comparto las mismas imágenes en redes sociales. Sin embargo, hay personas, que deciden acompañarme. Que leen, comentan, difunden y comparten.
Hace casi 2 años, decidí retomarlo, con la entrada que ya de seguro todos leyeron, “Soy Katherine”. Como ya expliqué en esa misma entrada, este blog fue creado en sus inicios, para ir contando todo lo que iba pasando por mi mente, en cuanto a mi transición de género. Pero por razones ya mencionadas allí también, lo había dejado. Al escribir esa entrada, y el hecho de que haya tenido tanta repercusión, se me ocurrió que ahora sí, podría continuarlo. Fue así, como empecé con artículos de opinión, canciones, cuentos e historias, que se me iban ocurriendo, o incluso cosas que soñaba.
Pero este año, decidí ir más allá. Decidí proponerme otros objetivos, además de escribir. Transformé ese blog en un sitio web propio, en el que pude añadir muchísimas características, que mejoran la accesibilidad y la interacción con los usuarios. Desde la posibilidad de escuchar las entradas, hasta modificar el tamaño de la página, entre otras tantas. Algo más que hice hace poquito, es separar las entradas por etiquetas, lo que permite una mejor organización de lectura para los usuarios. Y también, añadí la posibilidad de comentar desde sus cuentas de twitter y facebook. Pueden leer sobre todo esto en la página “navegar por el blog”, desde el menú. Por otro lado, este año, superamos la cantidad de vistas totales del año pasado. Este mes, sí, diciembre, fue en el que más vistas recibimos. La gente lee desde varios países, y gracias a la función de traducción, en muchos idiomas. Hace poco, recibimos las primeras donaciones, a través de la página “Colaborar con KathWare”, a la que se puede acceder también desde el menú.
Más allá, pero mucho más allá de estos datos, descubrí que escribir, es una de las grandes pasiones de mi vida. Que me gusta muchísimo hacerlo. Que amo cada historia, y en sí, cada entrada que sale de mi mente, y logro concretar. Y es por esa razón principalmente, ante todas las demás, que lo hago, y pienso seguir haciéndolo.
Que el contenido de “KathWare”, esté bajo una licencia “Creative Commons”, significa que todo lo que escribo, también es de ustedes. Que está disponible para que lo descarguen, lo escuchen, lo compartan, y se adentren en todas y cada una de las entradas que aquí se encuentran.
Después de tantas palabras, el motivo por el que decidí hacer esta publicación, es precisamente, para agradecerles a todos ustedes. Los que me leen, los que comparten, los que difunden, los que se toman unos minutos para adentrarse en este mundo en el que solo existen las palabras, y la imaginación.
No sé qué publicaré el año que viene, aunque es cierto que ya tengo algunas ideas dando vueltas por mi cabeza. Pero lo que sí sé, es que todo lo que hay hasta ahora, solo serían palabras vacías, si no fuese por todos ustedes. Es como cuando tenés un ladrillo, solo un ladrillo. Pero luego, ese, junto a otros muchos más, terminará siendo una casa. Gracias, por ayudarme a construir, este pequeño lugarcito de mi mente. Todos, absolutamente todos mis lectores, son importantes para mí, aunque no los conozca, o jamás vaya a saber quienes son. Pero hay organizaciones y personas, que a través de sus medios, me brindaron un espacio para contar un poquito sobre este proyecto.
Para finalizar esta publicación, quisiera mencionarlos, y darles a todos ellos también, mis más sinceros agradecimientos. Desearles un gran año 2022, con todos esos proyectos que tanto contribuyen a la accesibilidad, y la mejora de la vida de las personas con discapacidad, entre otras tantas cosas. Gracias, pero muchas gracias por todo. Les dejo a continuación los enlaces a sus respectivos proyectos. Pueden leer sobre algunos de ellos, en la página “Acerca de mí”, o claro, ingresando a cada enlace.
La comunidad de DaLat (Desarrollo Accesible Latinoamericano). La fundación Itgrarte. La comunidad de las de sistemas. La asociación civil Tiflonexos. La aplicación Lazarillo. El sitio periodismo femidisca. Lucía Velázquez y su programa Inclusive. El blog Para Rosie. Y Silvana Marchese, y sus letras del alma.