Di mi nombre

Descargar en PDFImprimir

Di mi nombre, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca, cuando no haya nadie cerca…

El título de esta publicación, está inspirado en la canción de Rosalía, ya que, de lo que se trata, es de algo que, todos aquellos que me conocen personalmente, y son cercanos a mí, estaban esperando. Conocer mi segundo nombre. Todos saben, por esta publicación que, tuvo muchísima repercusión, y que hizo subir, en su momento, las visitas de mi blog a valores que jamás habría imaginado, que soy Katherine, y que me dicen Kathy. Pero pocos saben, que elegí un segundo nombre. Lo cierto es, que esta entrada fue escrita mucho antes de ser publicada. Las razones por las que no la publiqué antes, son 2. Primero, problemas técnicos. No se me ocurría como hacer que accedan a la solución, sin dejarla tan al alcance. Y segundo, una vez tuve eso resuelto, sentí que no era el momento. Como seguro leyeron en entradas anteriores, fueron pasando cosas, que me hicieron establecer prioridades. Y esta entrada, entre otras, no terminaba de convencerme. Es decir, me quedaba algo por arreglar, por añadir, por quitar… En fin, a pesar de esto, ahora sí está terminada. Espero que la disfruten, porque me costó mucho hacerla.

Cuando comencé a pensar esta idea, en realidad tenía otro objetivo en mente. Como una especie de juego temporal, pensaba publicarla cuando tuviese mi partida de nacimiento, e iniciara el trámite del DNI. Así, estaría vigente mientras dure este trámite, y luego publicaría la resolución. Por supuesto, como es de público conocimiento, debido al cese de la actividad en la administración pública por la Covid19, este trámite tardó en concretarse. Pero al fin, y tal vez por una de esas causalidades del destino, justo la estoy publicando, cuando ya tengo mi DNI. Sí, así como lo leen. Aquello que estuve esperando durante tanto tiempo, al fin llegó; al fin, es una realidad. Y como serán esas cosas del destino, que justo me llegó el 30 de setiembre. Quienes me siguen en mis redes sociales, saben qué otra cosa ocurrió ese día. Para quienes solo me leen acá, deberán esperar un poquito más, porque voy a hacer una publicación al respecto de ese otro acontecimiento. En fin, volviendo a lo de mi segundo nombre, les advierto que no va a ser tan fácil saberlo, ya que, de todos modos, va a ser con el formato de un juego, en el cual van a tener que adivinarlo, mediante una serie de reglas que establecí. Es por eso que, el juego se llama “Di mi nombre.” Pero antes de empezar…

Un poquito de historia

La verdad, desde que empezó todo esto, nunca había podido elegir un segundo nombre. Desde siempre supe que me llamaba Katherine, incluso muchísimo antes de entenderme a mí misma, como ya comenté en la publicación anteriormente mencionada. Pero, elegir un segundo nombre era muy difícil. Tuve muchísimas ideas, y pasé por cientos de miles de combinaciones posibles, pero nada. No me llegaba, no lo sentía como propio. ¿Muchos se preguntarán, por qué un segundo nombre? No lo sé, realmente no lo sé. Solo sé que tenía que tener uno. Que había algo que, en algún momento, me iba a tener que causar esa sensación, que ya me causaba el primero. Y fue así, como este surgió.

Fue el día de mi cumpleaños el año pasado. Es extraño, pero muchas cosas raras me pasan el día de mi cumpleaños. Aunque, pensándolo bien, últimamente sí que vienen pasando cosas raras de todos modos. Claro está, por razones totalmente diferentes. No sé, que se yo. Los chicos… Ay, perdón. ¿Debí haber usado lenguaje inclusivo? En fin, ellos me preguntan: ¿qué pasa, que ya no puedo salir de casa, ni siquiera para ir a la plaza? Y la verdad, muchas veces, no sé bien qué responder, aunque, como ven, trato de ingeniármelas.

Algo que nada que ver, pero que no mencioné antes, es otra de las razones por las que también decidí hacer esta publicación. Hace un tiempo, me ocurrió un suceso que me asustó mucho. Y fue ahí, cuando me di cuenta que muy poca gente lo sabía. Entonces, decidí hacerla antes de que me toque tener algún otro encuentro con la parca, es decir, antes de que termine esta búsqueda, la búsqueda, mi búsqueda.

Ya que sin querer queriendo los hice pasear por todo lo que tengo publicado hasta el momento de finalizar la redacción de esta entrada, no puedo dejar de recomendarles que cada tanto, revisen la página principal, la página de entradas, o que se suscriban al botón de abajo para recibir mis nuevas entradas por EMail. También, pueden seguirme en instagram o twitter como “dragonmoon1522”, o en facebook como KathWareBlog, para ver cada vez que publico algo nuevo. Siempre que en una publicación en las redes vean la imagen del blog, va a estar acompañada de una nueva entrada. Dentro de poco se vienen algunas novedades. Estoy considerando seriamente animarme con una primera novela corta, antes de iniciar con algunos grandes proyectos que, algunos más otros menos, las personas más cercanas a mí, saben que hace mucho tiempo vengo pensando escribir, y nunca lo había hecho. Entre otras tantas ideas que me surgen mientras escribo, o tal vez me vayan surgiendo en el camino. Jamás pensé que iba a escribir las últimas entradas anteriores a esta, y sin embargo, ahí están. En este tiempo que llevamos de cuarentena, fueron dándose situaciones que me llevaron a hacer esas publicaciones. Debo decir, que siento que acá, al fin encontré el espacio que necesitaba para dejar volar mi imaginación, y que la verdad, estoy muy contenta por eso. Bueno, ya me hice publicidad, así que volvamos a lo nuestro.

Como les decía, fue el día de mi cumpleaños. Tenía el día libre, así que decidí salir a pasear. Pero no solo eso, si no que puse 2 turnos médicos para ese día a la tarde. Fui un rato a la plaza (OK esta vez no pongo enlace a la entrada) después fui a visitar a una amiga, y por último, antes de volver, y que mi familia me esté esperando con un lindo festejo, fui a 2 médicos distintos, que quedaban en lugares diferentes. Por eso, aunque, obvio, disfruté la salida, y el día en sí, estuve bastante tiempo viajando en colectivo ida y vuelta. En uno de esos viajes, así, de la nada, se me apareció en la mente.

Fue como un resplandor, como un rayo, como una luz que te ciega de repente. Y dije:

—¡sí! ¿Cómo no se me ocurrió antes?

Me pareció la combinación perfecta entre mi nombre y mi apellido. Y eso que, para los que lo saben, es difícil combinar ese apellido con algo. En fin, Como una especie de causalidad, o paradoja del destino, ya que, como dije anteriormente, no creo en las casualidades, casi un mes después de aquel suceso, volví a reencontrarme a través de las redes sociales, con una gran amiga mía de hace mucho tiempo que tiene este mismo nombre, con la que vivimos momentos geniales, y tenemos muchos recuerdos bonitos juntas. Obviamente, ella no podía creer que yo fuese trans. Pero, los pormenores de esa historia, solo quedan para nosotras.

Las elegidas

Aunque hay amigos varones que me ayudaron, que supieron acompañarme de alguna forma u otra, para esto solo elegí a mujeres. Ellas supieron entenderme de formas en las que, yo sabía que ellos no iban a poder. Sé que esto se prestará a debate, pero, sinceramente, se me hacía mucho más fácil plantearles mis miedos, dudas, inseguridades y preocupaciones a ellas, que a ellos. Es por eso que las elegí. Porque supieron entenderme en una forma, en la que ellos no. Hay otra particularidad también. A lo largo de toda mi vida, ya desde mi infancia, siempre tuve muchas más amigas mujeres que amigos varones. Tenía más afinidad, me resultaba más sencillo establecer conversaciones con ellas sobre los temas que me interesaban. Así fue, que a la hora de contarlo por primera vez, elegí a mujeres también. En este sentido, y volviendo al juego en sí, de todas ellas, elegí a 12. Sí, a 12. Por 2 razones. Primero, porque me gustó el número. Era como una especie de representación de algo especial. Los signos del zodíaco son 12, los apóstoles de Jesús son 12, las tareas de hércules son 12, los animales en el horóscopo chino son 12, los meses del año son 12,. Era como que me parecía que tenía que representar una cantidad en particular. La segunda razón, es de carácter práctico. Algunos nombres, por su composición, no entran en el sentido del juego, o harían que tuviese que repetir frases. Y ahí ocurrirían 2 cosas: o el juego se vuelve demasiado fácil, y puede adivinarlo cualquiera, o se vuelve demasiado confuso, y no puede adivinarlo nadie. Recuerden que, primero tuve mi nombre, y después empecé a crear esta idea, por lo que… Puede fallar. Bueno, en este sentido, si alguna no está, y cree que debería estar porque también estuvo cerca mío, no se sientan mal. Aunque no estén en el juego, lo que sigue, también es para ustedes.

Gracias

Sé que con un gracias no alcanza. Sé que con expresarles en simples frases, palabras, oraciones y párrafos, no me alcanzaría para agradecer, a todas mis mejores amigas, lo que hicieron por mí durante todo este proceso. Algunas las conocía de antes. Otras, fueron apareciendo durante el camino. Una en particular hace poco tiempo, y otra, fue la que me dio el primer empujoncito, y que todavía sigue cerca mío. Todo el tiempo que ellas se tomaron para escucharme, para contenerme, para estar conmigo cuando más las necesitaba. Sé también, y lo hago público, que en muchísimos casos no pude retribuirles de la misma forma, lo que hicieron por mí. Fallé, y, aunque muchas veces intenté remediarlo, sé también que, otra vez, en muchos casos, no pude hacerlo realmente. Es por eso que, a través de esta publicación, y este pequeño juego, las nombro junto conmigo. Para que sepan que, a pesar de todo, cada una de ustedes, son parte de mí. Y están dentro de mi alma y mi corazón. Las quiero muchísimo.

El juego

El juego, consiste en lo siguiente. Voy a darles una lista de 12 nombres, con comparaciones entre sí. Ustedes van a ir leyendo esas comparaciones, e ir suprimiendo letras de dichos nombres, de acuerdo con el texto que acompañe a los mismos. Así, al final, solamente van a quedar en sus hojas, o donde sea que decidan hacerlo, las letras de esos nombres que coinciden con el mío. Primero, les paso las reglas, y después les doy un ejemplo, y algunas pistas para empezar.

No pueden publicar mi nombre en ningún comentario ni acá en el blog, ni en las redes sociales. La idea es que, quienes entren al blog, puedan seguir jugando.

Si quieren, pueden dejar en comentarios, si lo resolvieron por ustedes mismos, cuanto les llevó, si se les hizo fácil o fue difícil.

Si se rinden, la solución, está al final del post, en un documento que se pueden descargar del mismo blog. Ya lo dije, es la primera vez que hago esto, y puede fallar.

Ejemplo y pistas iniciales

Si digo que un nombre está cerca, significa que comparte más letras con mi nombre. No importa el orden de esas letras, solo que sean las mismas. Si digo que está lejos, obviamente, es lo contrario. Si digo que es más grande, significa que tiene más letras que mi nombre, y si digo que es más chico, al revés. Por ejemplo. Supongamos que estoy jugando con mi primer nombre, y 3 de mis amigas se llaman Lucía, Estela y Betiana. Betiana está más cerca de Katherine, porque comparten la E, T, I, A, y N. Estela no está tan lejos tampoco, porque comparten la E, la otra E, la T, y la A. Y Lucía, está lejos, porque solo comparte la I y la A. Las 3 son más chicas. A su vez, comparten letras en común entre sí. El juego en sí, tiene comparaciones entre 2 nombres, en la mayoría de los casos. También, si digo que un nombre tiene las mismas letras en común que otro, significa que el resto de las letras que no tengan en común, se tienen que suprimir. Espero se haya entendido. De todos modos, estas son las pistas principales. El resto, están escondidas en el texto, y ustedes tienen que ir buscándolas. ¡Mucha suerte!

¡A jugar!

Los nombres, son los siguientes: Verónica, Victoria, Ana, Luna, Pamela, Micaela, Marina, Florencia, Sofía, Rosario, Nicole, Micol.

Al principio, tenemos a Verónica y Victoria. Ambas son más grandes. Pero, mientras que Verónica es la que más cerca está de las 12, Victoria está lejos.

Ana y Luna son más chicas, pero mientras que una de las 2 está más cerca, la otra está lejos.

Pamela y Micaela, están igual de cerca, y tienen las mismas letras en común.

Marina, está igual de cerca que Ana, y comparten las mismas letras en común.

Florencia, es más grande. Está igual de cerca que las 3 anteriores, y a la vez, comparte letras con Pamela y Micaela, y con Marina.

Rosario y Sofía, están lejos, y, las letras que comparten en común, mientras que en Rosario están en el centro, para Sofía, son principio y fin.

Nicole y Micol. Aunque se pronuncien parecido, no son iguales. Mientras que Nicole está lejos, Micol, no solo es más chica, si no que, está tan lejos, que no comparte ninguna letra, con mi nombre.

Al final, excepto Rosario, Nicole y Micol, el resto, son todas iguales.

¿Te rendís? ¡Acá está la solución!

Un comentario sobre “Di mi nombre

Dejá una respuesta